En 2017 ya se vivió una fuerte revalorización del bitcoin, similar a la que se ve registró en 2020 y que continúa en lo que va de este ejercicio. Javier Rubio, client solutions director de BBVA Switzerland, explica que la diferencia entre unas subidas y otras es que la primera, que llevó a la criptodivisa hasta los 20.000 dólares, estuvo impulsada por los inversores particulares. “Tras ese rally vino a continuación lo que se llamó el critptowinter, en el que el bitcoin cayó hasta prácticamente los 4,00 dólares. Pérdida de valoración y de fe, pero los proyectos continuaron. El poso ya estaba sembrado”, indica.

Los motivos de la compra de bitcoinpor tarde inversores institucionales en los últimos años, señala el mismo experto, son varios, como la regulación, el nacimiento de nuevos vehículos de inversión al calor de los criptoactivos y el lanzamiento de futuros de los principales mercados. “Hemos visto una serie de indicadores que en general hacen que, unidos al respaldo de grandes líderes de opinión y grandes empresas que quieren transformar sus modelos de negocio y están apostando por esto, nos demos cuenta de que el rally actual del bitcoin por encima de los 50.000 dólares es puro inversor institucional entrando y posicionándose en el activo”, subraya.

“Hay mucha inversión institucional en criptoactivos, pero también en proyectos paralelos, que nos hacen pensar que en los próximos cinco años va a haber una eclosión enorme sobre el terreno de la tolkenización de activos y otros tipos de token”, añade Rubio.

Javier Castro-Acuña, business controller director de Bitnovo, en la misma línea apunta que las últimas subidas del bitcoin no se deben al inversor retail, como sucedió en 2017. “Mucha gente estaba metiendo dinero y no sabía dónde lo estaba metiendo. Eso llevó probablemente a crecer mucho antes de tiempo”, resaltando que “avances en la regulación” es un punto “crítico”.

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Sobre esta cuestión, Adolfo Contreras, director de desarrollo de negocio de Prosegur Crypto, afirma que en su compañía están con el radar puesto en la cuestión de la regulación, en proceso de obtener la licencia en Alemania, regulación de un país que “podría ser un poco la que siente las bases para el resto de licencias de la Unión Europea”.

Miguel Caballero, CEO de Tutellus, afirma que “el mercado ha cambiado muchísimo” y que la entrada de inversores institucionales y el interés de diversas entidades “es el camino adecuado”. “No hay vuelta atrás. Los enemigos de esta tecnología cada vez son más residuales. Como sociedad empezamos a ver ya más la parte buena,  que nos puede ayudar como ciudadanos y dejar los problemas que todas las tecnologías han tenido al principio para que sean resueltas”.

Sin embargo, apunta que todavía "hay muchísimo por hacer en el mundo cripto", especialmente en todo lo que tiene que ver con la tokeniación a todos los niveles.

Sobre este tema, Rubio indica que “hay que sentar las bases para que los protocolos sean confiables. Es clave que haya una tecnología de base fuerte. Hay blockchain que parecen interesantes para hacer tokenización de activos. La regulación es un paso importante si queremos que suceda lo que ha pasado en bitcoin. El institucional no está dispuesto ahora. La clave es acompañar con regulación y satisfacer su demanda para que sus comité de inversiones acepten entrar en esos tokens”.