El EuroStoxx 50
se deja en el año un 2,58% y, desde que marcara máximos anuales en los 3.325 puntos a mediados de junio ha desarrollado una directriz bajista de corto plazo que le ha llevado a perder un 8,81%. Por muy alarmante que pudiera parecer este descenso repentino, lo cierto es que mantiene su tendencia alcista de largo plazo, pues no ha llegado a penetrar la directriz alcista de más largo plazo que pasa por niveles de 3.950 puntos.
Además, según nuestros indicadores técnicos, la media de 40 sesiones cotiza por encima de la de 200, lo que aún le aporta momento positivo a largo plazo.