Facua cuestiona especialmente que más de un mes después de los cambios que se han producido en el sector eléctrico, en un nuevo paso dentro del proceso de liberalización, las compañías eléctricas siguen sin lanzar ofertas dirigidas a los usuarios domésticos.

El informe, que publica en el último número de su revista, 'Consumerismo', pone de manifiesto que los "pequeños" descuentos que hasta ahora sólo ofertan las compañías a determinados usuarios o con condiciones un par de eléctricas "no compensan, ni de lejos, las subidas aplicadas por el Gobierno".

Así, incide en que en agosto, las comercializadoras de mercado libre de Endesa, E.ON e Iberdrola seguían sin lanzar ofertas para usuarios con menos de 10 kW de potencia contratada.

Por su parte, las de Unión Fenosa sólo están dirigidas a los consumidores que tengan 5,5 kW o más, ofreciendo un 2,5% de descuento sobre el precio del kWh aprobado por el Gobierno y un 1% adicional si se contrata y usa la tarjeta de crédito gratuita de su club. Por su parte, Hidrocantábrico sólo ofrece un descuento del 2%, si los usuarios (con entre 3,3 y 9,9 kW) renuncian a recibir las facturas en papel para verlas sólo por Internet.

Así, para un usuario con el consumo medio en España (266 kWh mensuales) el descuento del 2% ofertado por Hidrocantábrico tan sólo representa 0,74 euros al mes. En cuanto al del 3,5% de Unión Fenosa, se traduce en 1,30 euros al mes. Si el usuario consume 400 kWh mensuales, el descuento del 2% supone 1,12 euros, mientras que el de 3,5% representa 1,96 euros.

OFERTAS "CALCADAS" PARA MAS DE 10 kW

Donde sí existen ofertas es en el mercado de los usuarios con más de 10 kW, aunque Facua advierte de que "casi todas están calcadas", por lo que la competencia en el sector es, para la Federación, "más que dudosa".

Así, el último análisis de Facua, efectuado sobre tarifas sin discriminación horaria, pone de manifiesto que para los clientes con más de 10 kW, Iberdrola, Unión Fenosa, Hidrocantábrico y E.ON ofrecen exactamente el mismo descuento, un 12% sobre el precio del kWh fijado por el Gobierno.

El de E.ON está condicionado a que los usuarios consuman más de 4 MWh al año, mientras que al resto les ofrece un 2,5%. El descuento de Endesa es del 13% y si el usuario supera los 15 kW, del 14%, en ambos casos siempre que el usuario esté en las comunidades autónomas donde la compañía es también distribuidora. En el resto, aplica un descuento adicional del 2%, quedando por tanto en el 15 y el 16%.

"En realidad --añade--, el único cambio que ha experimentado el consumidor doméstico desde el 1 de julio es una factura más cara, gracias a la importante subida que, de nuevo, ha aprobado el Ministerio de Industria".

"Posiblemente, habrá que esperar a que el Gobierno vuelva a subir la tarifa el próximo enero para que las eléctricas se lancen a captar clientes en el mercado libre con descuentos sobre el precio del kWh. En definitiva, todo apunta a que los usuarios no van a disfrutar, ni mucho menos, de bajadas tarifarias como consecuencia de la liberalización", afirma.

En todo caso, Facua prevé que a partir de una fecha los consumidores encontrarán tarifas en el mercado libre más bajas que las fijadas por Industria, "pero no más bajas que las que se aplican hoy o las que existían antes del 1 de julio".

LAS PENALIZACIONES DEL BONO SOCIAL.

La organiazación señala que el único descuento que pueden encontrar una serie de usuarios domésticos es el denominado bono social, que supone seguir pagando las tarifas que estaban vigentes antes de la subida del 1 de julio, pero con el inconveniente de que a diferencia de la TUR, el bono social sigue incluyendo la "polémica" penalización por consumos superiores a 500 kWh mensuales.

Una penalización que no tiene en cuenta ni zona geográfica ni época del año ni número de habitantes de la vivienda. Industria ha decidido mantener un medida entre cuyos destinatarios se incluyen, curiosamente, las familias numerosas, esto es, las que deben tener mayores niveles de consumo y, por tanto, puede ser injustamente penalizadas.

El bono social se aplica directamente, sin necesidad de que lo soliciten, a los usuarios domésticos con hasta 2,2 kW de potencia contratada en su vivienda habitual. También pueden solicitarlo tres colectivos, dirigiéndose a su compañía, que debe ser una comercializadora que último recurso, esto es, una de las cinco que aplica la tarifa fijada por el Gobierno.

Se trata, siempre que su potencia sea inferior a 10 kW, de familias numerosas o con todos los miembros en paro y los siguientes pensionistas: personas de 60 años o más que reciban una pensión mínima, mayores de 60 años que perciban una pensión de jubilación o invalidez y que no estén obligados a presentar declaración de renta y, en tercer lugar, los beneficiarios de pensiones del extinguido Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez.

LIBERALIZACIÓN NO ES IGUAL A BAJADA DE PRECIOS.

La Federación de consumidores califica de "erróneo o demagógico" el discurso de que la liberalización trae bajadas de precios y más calidad en los servicios, argumento que ya fue utilizado por gobiernos anteriores y que, en su opinión, se demuestra erróneo, porque hasta ahora siempre ha ocurrido justo lo contrario.

"Sólo hay que echar la vista a sectores como los carburantes de automoción o las telecomunicaciones, donde la situación es aún peor, ya que ni siquiera existe una tarifa máxima fijada por el Gobierno que pueda frenar las ansias de ganar dinero de las empresas a costa de tarifas excesivas", esgrime.

Así, recuerda que el 30 de julio, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, afirmó en el Congreso que "más competencia siempre es sinónimo de precios más bajos y de mayor calidad del servicio".

Y para demostrar que la liberalización ha traído todo eso, el ministro aseguró que un 'consumidor tipo' podía lograr un ahorro respecto a la TUR del 7% de su factura. "Pero lo cierto es que, de momento, la liberalización no ha traído competencia en tarifas y el descuento que según el ministro existe en el mercado libre no es más que ficción", denuncia