El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, ha advertido de que, a pesar de que la tasa de inflación se haya moderado recientemente, "sigue siendo demasiado alta", por lo que ha asegurado que el banco central estadounidense está listo para subir los tipos de interés si fuera necesario.
En su discurso de apertura en la reunión anual de la Reserva Federal de Kansas City en Jackson Hole, Powell destacó la evolución de las lecturas mensuales de inflación subyacente en los meses de junio y julio, pero enfatizó que "dos meses de datos buenos" no son suficientes para generar confianza en que la inflación está bajando de manera sostenible hacia la meta deseada.
Powell reconoció que aún no es posible determinar hasta qué punto continuarán estas lecturas más bajas o dónde se estabilizará la inflación subyacente en los próximos trimestres. La incertidumbre actual complica la tarea del banco central para equilibrar los riesgos y subraya la necesidad de una formulación de políticas ágil.
En cuanto a la posible subida de los tipos de interés, Powell declaró que el banco central procederá con cautela a la hora de decidir si ajustar aún más la política monetaria o si mantenerla constante y esperar más datos. Su objetivo es mantener una política restrictiva hasta estar seguros de que la inflación está descendiendo de manera sostenible hacia el objetivo deseado. Powell reafirmó el compromiso de la Fed de seguir actuando hasta que el trabajo esté terminado.
A pesar de los resultados recientes más favorables, Powell enfatizó que el proceso para controlar la inflación aún tiene un largo camino por recorrer. Tanto hacer demasiado poco como hacer demasiado podrían tener consecuencias negativas para la economía. Por lo tanto, la cautela y la evaluación constante son fundamentales en la toma de decisiones sobre la política monetaria.
El próximo encuentro del FOMC de la Fed está programado para los días 19 y 20 de septiembre. En su reunión de julio, el banco central estadounidense aprobó por unanimidad una subida de los tipos de interés de 25 puntos básicos, situándolos en un rango objetivo de entre el 5,25% y el 5,50%, su nivel más alto desde enero de 2001.
