Estamos viendo que el precio que ha ofrecido Iberdrola está por debajo de lo esperado ya que la expectativa estaba en los 800 peniques por acción. La noticia podría ser positiva si tenemos en cuenta que su cotización ha caído desde el anuncio de la operación, por lo que supone el nivel de endeudamiento con la compra de un negocio más maduro, pero entendemos que en los precios actuales a los que ha caído no se justificaría un castigo mayor. Aunque con esta operación se elimina la posibilidad de que Iberdrola pudiera ser objeto de una OPA, es positiva para el largo plazo y la convierte en una opción atractiva para el año que viene.