Por fin la directiva de Glencore ha oído las peticiones de los inversores para poner coto al desgaste de la compañía por la caída del precio de los materiales básicos. El gigante suizo de las materias primas ha decidido vender activos y acciones para reducir en un tercio su deuda que actualmente ronda los 30.000 millones de dólares (27.000 millones de euros).
En concreto,
Glencore planea obtener 2.500 millones de dólares mediante una ampliación de capital, y 2.000 millones a través de la enajenación de activos. El resto de la reducción de deuda, hasta los 10.200 millones, se apoyará en la eliminación temporal del dividendo. Con esta suspensión de la retribución a los accionistas, la firma calcula que ahorrará 1.600 millones de dólares este año y más de 800 el próximo ejercicio.
Los inversores hoy aplauden esta decisión pese a la pérdida de valor que pueda suponer para sus títulos actuales, pues temen que pueda ser peor no poner coto a esta situación. De hecho, como comenta José Luis Cárpatos, analista independiente, “el sector de los recursos básicos ha sido duramente castigado en los últimos tiempos, pero es que Glencore lo ha hecho mucho peor que el súper sector de recursos básicos del Stoxx 600, como se puede ver aquí con el spread subiendo sin parar desde máximos”.
.gif)
Cárpatos valora que con esta movimiento “Glencore fortalecerá su balance, es un saneamiento importante y se coloca en una mejor posición para poder afrontar la época de bajos ingresos por bajos precios de las materias primas”.
Técnicamente Glencore ha experimentado un soberano descalabro en su cotización desde mayo. Tras marcar máximos del año en 3,14 euros, comenzó todo un calvario. Desde esta cima ha acumulado una caída del 60%. Tal ha sido la degradación de su gráfico que el fuerte rebote del 6,25% que experimenta en este momento no le lleva a superar ninguna resistencia clave. El primer nivel relevante se sitúa en 1,40 euros, por donde pasa la directriz bajista que nació a mediados de julio. Además, la directriz bajista de medio plazo pasa por los 2 euros y la de largo plazo por los 3,2, por encima incluso de los máximos de este ejercicio.
