Los temores a que la inflación no sea un fenómeno tan temporal como vienen diciendo los bancos centrales están lastrando hoy a los mercados. Y es que, según explica Pablo García, director de Divacons Aphavalue, en efecto la inflación se ha disparado y se va a mantener por encima de ese 5,3% de agosto en Estados Unidos.
Hay que tener en cuenta que el precio del crudo está en máximos de 2018 y que también estamos viendo fuertes subidas en otras commodities.
Por otra parte, el avance del tapering se está reflejando en los bonos. El bono a 10 años en EEUU supera ya el nivel de 1,5% de rentabilidad, en niveles que no se veían desde junio.
Pesan también sobre el ánimo de los inversores esas declaraciones del gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, que ha dicho que sería el momento de comenzar a subir tipos, para contener la inflación, pero que la economía no está lo suficientemente fuerte como para hacerlo.
“Esto nos sitúa en un escenario de estanflación: paro, estancamiento e inflación. Tenemos la inflación disparada y si no hay tanto crecimiento podríamos tener generación de tasas de desempleo y sobre todo ver esa desaceleración, porque en Europa habíamos contado ya un escenario de fuerte crecimiento”.
Pero ahora hay nuevas amenazas que están entrando en juego: cuellos de botella y problemas en Reino Unido, crisis de Evergrande y el posible efecto contagio, que puede afectar también al consumo, en especial al sector del lujo (con más exposición a China).
Todo esto hace que estemos viendo cierta rotación entre sectores y que volvamos al value respecto al growth.