Un optimismo que sigue después de que ayer hubo reunión de la Reserva Federal, en la que no se esperaba nada y lo único que dijo Powell es casi lo que ya sabíamos: que los tipos estarán bajos, entre el 0-0,25%, durante mucho tiempo siempre que la economía global lo necesite. Lo que está claro durante esta crisis es que gobiernos y bancos centrales están poniendo toda la munición a disposición de la economía. La pregunta es si esto es suficiente para evitar o amortiguar la caída de las economías. Algo que se pone en duda viendo la caída que tuvo el PIB de EEUU en el primer trimestre: cayó al -4,8% cuando se esperaba el -4%.
En este punto, parece probable que millones de estadounidenses hayan presentado solicitudes de prestación por desempleo la semana pasada, pero la marea parece estar disminuyendo, ofreciendo cierta esperanza tras alcanzar un pico en la pérdida de empleos debido al cierre de negocios y las interrupciones de suministro por el nuevo coronavirus.
Sin embargo, las bolsas subieron ayer con fuerza en todo el mundo con el precio del petróleo del West Texas subiendo más del 22% ayer y sube más del 13% hoy.
En China se han publicado los PMI manufactureros del mes de abril. El oficial, realizado allí por el Instituto nacional de Estadística mediante encuesta a grandes empresas, se sitúa en el 50,8, desde el 52 de marzo, y aunque está en terreno expansivo sufre un deterioro respecto al mes previo. El PMI elaborado por Markit Caixin, por su parte, estaría en terreno negativo, en los 49,4. Unos datos que muestran que las fábricas de China sufrieron un colapso en los pedidos de exportaciones en abril, sugiriendo que una recuperación total parece estar muy lejos, mientras la crisis sanitaria cerraba grandes partes de la economía mundial.
Pendientes de la reunión del BCE y datos macro
Hoy pendientes a partir de las 13:45 horas de lo que diga Christine Lagarde al frente del BCE. Una reunión sobre la que existe la creencia generalizada de que, tarde o temprano, tendrá que elevar la cuantía del programa extraordinario de compras de deuda por 750.000 millones de euros hasta final de año que anunció el pasado 18 de marzo.
Pero para ello se ha necesitado mucho. El ritmo medio diario de compras para el programa de compras de pandemia del BCE ha variado entre 5.000 y 6.000 millones de euros en las tres semanas anteriores al 15 de abril, calculan fuentes del mercado recogidas por Reuters, añadiendo que este programa concreto se agotaría a mediados de octubre a este ritmo. Es posible que no sea recomendable reducir la velocidad.
Unas medidas para afrontar una crisis que podría llevar a la economía del euro a caídas del -15% en su actividad, según dijo la propia Lagarde en la última cumbre de la UE. Aunque la expectativa generalizada es que no habrá grandes novedades en la reunión sí se espera un esfuerzo “exquisito” de comunicación por parte de Lagarde que evite cualquier malentendido.
Además, antes de la reunión estaremos pendientes a la evolución del PIB en la Zona Euro y en algunas de sus principales economías. Además, se publicará la evolución del desempleo alemán en el mes de abril y las cifras de nuevas solicitudes de subsidios de desempleo semanales en EEUU, que se espera superen los 3 millones, con lo que en poco más de un mes unos 30 millones de estadounidenses han perdido sus empleos. “Esperamos que muchos los puedan recuperar, pero para otros muchos será más complicado hacerlo, al menos en el corto plazo. Por tanto, el optimismo de los inversores descontando la futura recuperación económica chocará con la cruda realidad de los datos, datos que mostrarán un escenario muy complicado, al menos en el corto plazo”, dicen los expertos de Link Securities.