Han participado: Mauro Loran (Aberdeen SI), Luis Martin (BMO Global AM), Nicolás Da Rosa (Degroof Petercam AM) y Felipez López-Galvez (Self Bank)

Si comenzamos con los riesgos, el que más preocupa (y no por ello es más realizable) es el riesgo de recesión finales de 2019 y comienzos de 2020. Un riesgo que “vendrá pero cuando lo haga será tarde pues los mercados habrán caído un 30% ya”, asegura Luis Martín, responsable de BMO Global AM. Este experto cree el mundo está en una fase en que el crecimiento va a ser muy bajo a largo plazo. A esto se añade el riesgo de inflación en un momento en que hay dinámicas estructurales que son deflacionistas. De un lado, la demografía – la población está envejeciendo y cuanto más mayor, menos se consume –  la globalización, que hace que los precios de producción sean más bajos y, por último, la tecnología que desintermedia cualquier sector como se ha visto con Amazon, AirbnB o Netflix.

Todo ello hace que el entorno de tipos de interés esté, en mayor o menor medida, contenido. Estados Unidos acaba de hacer su novena subida de tipos de interés en tres años y, para 2019, “frente a las 3-4 subidas que espera el mercado, nosotros esperamos dos subidas. Primero por el fin del estímulo fiscal y además porque la economía estadounidense lleva nueve años de crecimiento que se puede ralentizar”, asegura Nicolás Da Rosa, Institucional Sales Spain & Portugal de Degroof Petercam AM. Este experto alude al aplanamiento de la curva de tipos de interés como uno de los riesgos a los que se enfrenta EEUU.

En Europa el escenario es bien diferente con el BCE anunciando el fin de los TLTRO este año y con intención de no subir los tipos de interés hasta, al menos, el verano de 2019. Un proceso de normalización que estos expertos no ven factible hasta al menos dos años teniendo en cuenta que Draghi pondría en jaque el bajo crecimiento que actualmente tiene la Eurozona.  El experto de BMO Global AM advierte de que la clara correlación que hay “entre las políticas de compras de bonos de BCE y FED con la apreciación de los activos financieros, ya sean renta fija o renta variable”. De ahí que el papel de los bancos centrales sea esencial pues “si se pasan frenada el mercado reaccionará de una forma muy negativa”.

Bonos high yield en Europa y renta fija flexible

A la hora de ver qué activo tiene más valor el experto de Degroof Petercam AM cree que todo depende del perfil aunque “hoy en día el riesgo- retorno más favorable está en acciones, es decir, por el riesgo que uno asume en una inversión puede pretender tener más rentabilidad al haber puesto su dinero en acciones que en renta fija en general”. Un enfoque en el que también entra la decisión de invertir a través de  gestión pasiva algo que para Mauro Loran, responsable de ventas de Aberdeen Standard Investment no tiene mucho sentido pues, cuando se compra un índice éste pondera por capitalización “cuando uno al invertir debe identificar el futuro. Y, en el caso de la renta fija, los índices ponderan por deuda y eso no es razonable porque al invertir lo lógico es hacerlo en la renta fija que tiene menos deuda porque seguro que lo van a devolver”, a juicio de Mauro Loran, responsable de ventas de Aberdeen Standard Investment. (Ver: Aberdeen total return fund: tenemos una rentabilidad objetivo del 4%)

Dentro de la renta fija, Da Rosa asegura estar positivo con high yield pues en Europa este tipo de deuda está pagando entre un 3,75-4%, la tasa de default es baja, las entidades han sacado buenos números.  En EEUU es distinto pues “a pesar de que el high yield paga un 6-7%, ha corrido mucho y, como inversor en euros, no compensa asumir el coste de cobertura”, asegura este experto. El experto de BMO opta por la opción de invertir en renta fija flexible pues “a pesar de que es complicado de entender, el entorno actual es complicado y la inversión alternativa juega un papel importante”.

Cuando se habla de subida de tipos de interés en EEUU una de las regiones que mira con más atención es la emergente. Un región en la que se engloban 87 países, con cualidades completamente diferentes y problemas estructurales propios de cada región. Sin embargo, no se puede dejar de lado al 50% del PIB mundial, dice Da Rosa, pues no tener emergentes supone renunciar a la mitad del crecimiento mundial.  Cuando se habla de la deuda emergente, Martín reconoce que “hay una cosa fantástica, que son su fundamentales, y una cosa mala que es en manos de quién está (inversores internacionales que son los primeros en salir cuando vienen mal dadas)”. En este sentido quiero desmitificar la sensación de riesgo que tienen estos países pues, respecto a los países occidentales, tienen deudas sobre PIB que son la mitad”. Y además, desde el punto de vista fundamental “un país que tiene poca deuda y crece más rápido que el mundo occidental tiene una capacidad de pago buena”. 

Desde Aberdeen SI, Loran reconoce que el “futuro está en el Este. Hay que perder el miedo y preguntar a los asesores. Nuestra clase de activos más favorables en estos momentos son los bonos emergentes y, dentro de éstos, los corporativos tienen menos volatilidad que los soberanos, “no  están tan influenciados por los flujos de entrada y salida y es uno de los activos desconocidos con menos riesgo de lo que la gente piensa”.

En la parte de renta  variable, la emergente también se alza como la región a la que se tiene que tener exposición. Sobre todo si pensamos que a futuro tiene tendencias que son imparables como 750 millones de personas que incorporarán por primera vez al mercado laboral en 2030. Es por ello que desde BMO creen que una forma inteligente de comprar emergentes evitar países donde las tendencias demográficas no existen (como Corea y Taiwan) y buscar países que están pasando de la subsistencia, como India, Indonesia o Filipinas.

Tres ideas de inversión en renta variable:

Aunque a la hora de invertir en renta variable hay que hacerlo en todo tipo de capitalizaciones, la forma de hacerlo es  tener un producto diferenciado, con valor añadido y grandes barreras de entrada. El fondo Small Global Companies es un activo que busca comprar los líderes del futuro que son todas compañías pequeñas.

En emergentes, la mejor forma de invertir es comprar compañías domésticas cuyo negocio sea únicamente el mercado local. Compañías con barrera de entrada, que sea complicado competir con ella y con capacidad de subir precios. Ver: La duda que tenemos es que China deprecie su moneda

Invertir en fondos temáticos a través de un fondo global, como el DPAM New Gems, se tiene exposición a nanotecnología, ecología, bienestar, generación Z, métodos de pago, robótica y ciberseguridad al invertir en entidades disruptivas e innovadoras que no estén apalancadas.