El aumento de la escalada de tensiones en Medio Oriente y el mantenimiento de recortes en la producción de los países integrantes de la OPEP ha vuelto a poner en la lupa de inversores y economistas un sector que parecía olvidado: el energético y, más en concreto, el petróleo, un activo que se vio fuertemente penalizado en 2023 por las preocupaciones geopolíticas, la desaceleración del crecimiento económico y las medidas mundiales para frenar la inflación, entre otros factores.

En concreto, las caídas en los precios del oro negro fueron del -10,6% para el Brent (mientras que en 2022 ganó un 10,6% y en 2021 un 46,6%) y del -11% para West Texas Intermediate -WTI- (que en 2022 se revalorizó un 6,4% y en 2021 un 51,3%).

Sin embargo, en este mes de abril el precio del crudo ha resurgido y vuelto a su valor máximo de los últimos cinco meses, con un Brent alcanzando los 89,50 el barril, lo que supone 12,5 dólares/b más frente al precio al que cerró 2023 (en el entrono de los 77 dólares). 

Esto se traduce en una revalorización del 13,5% y confirma al petróleo como uno de los activos de inversión más rentables del primer trimestre de 2024, superando, por ejemplo, a índices bursátiles como el IBEX 35 o el S&P 500. Es más, en el caso del crudo WTI la subida acumulada es del 18%.

Las claves de las alzas y sus consecuencias

Las recientes subidas en el oro negro se producen tras los ataques ucranianos a las refinerías rusas y en medio de una escalada de violencia en el conflicto entre Israel y Hamás y su posible extensión a Irán (el tercer mayor productor de la OPEP), lo que podría interrumpir el suministro en la región clave de Oriente Próximo. A ello se suma la preocupación de una menor ofertaen el crudo, en un momento en que los principales productores mantienen los recortes de producción, y las señales de un mayor crecimiento económico en Estados Unidos, principal consumidor mundial de este combustible. Además, este miércoles el presidente de la Fed, Jerome Powell, se mostraba cauto sobre futuros recortes de los tipos de interés tras los recientes datos que muestran un crecimiento del empleo y una inflación superiores a lo esperado, unos comentarios que favorecen al petróleo.

¿Los mayores beneficiados con la subida del crudo? Aquellos países que son capaces de producirlo, además de muchas empresas relacionadas con la explotación, perforación y suministro del mismo. “Los valores relacionados con esta materia prima han comenzado a liderar las subidas de todos los sectores; la OPEP+ mantiene sus grandes recortes de la oferta incluso cuando la demanda repunta, y las tensiones geopolíticas y la demanda de 'cobertura de la inflación' de los inversores se suman a la mezcla”, destaca Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión y trading eToro. No obstante, “a diferencia de otras materias primas, los precios del petróleo pueden acabar autoajustándose a medida que la unidad de la OPEP+ se resquebraja y se relajan los recortes de la oferta, mientras que los valores petroleros pueden necesitar un giro más amplio en sus perspectivas de beneficios”, añaden.

En números, "la subida del Brent, el repunte de las fusiones y adquisiciones y las políticas de devolución de efectivo favorables a los accionistas convirtieron al sector energético en el más rentable de EEUU en marzo y en el segundo mejor del año. Marathon Petroleum se encuentra entre los diez valores estadounidenses que más han ganado este año, mientras que Exxon Mobil ha subido el doble que el S&P 500. Esto ha reducido al 40% el descuento de valoración de 13 veces el PER futuro del sector con respecto al S&P 500, cargado de tecnología. También ha aumentado la prima de valoración de EE UU con respecto a las grandes energéticas europeas hasta el 60%. Para que el sector siga subiendo, es probable que se produzca un cambio de tendencia en las débiles perspectivas de beneficios, ya que los precios del gas natural, en mínimos de 25 años, y el deprimido diferencial del crack de refino han contrarrestado la recuperación de los precios del petróleo hasta hace poco", explican desde eToro.

¿Dónde ven al petróleo los analistas?

Pero no hay que olvidar que, a nivel global, el encaramiento de la energía, y más concretamente del petróleo, emerge como potencial factor de riesgo en el proceso de desinflación. En este sentido, JP Morgan señala que "las economías pueden soportar las subidas del petróleo, siempre que sean temporales, estén impulsadas por la demanda y no se combinen con otros efectos indirectos, como el endurecimiento monetario, la calidad del crédito y la inestabilidad financiera". En cuanto los precios para este 2024, “nuestras perspectivas optimistas sobre la demanda y la limitada producción de la OPEP+ (antes del anuncio de Rusia) deberían hacer que el Brent alcanzara los 90 dólares en mayo y una media de 85 dólares en el segundo semestre de 24 meses, una horquilla de precios cómoda tanto para los productores como para los consumidores”, apuntan. “No obstante, la decisión de Rusia de intensificar su recorte de la producción podría llevar el precio del Brent a 90 dólares ya en abril, a mediados de 90 dólares en mayo y a cerca de 100 dólares en septiembre”, advierte la firma bancaria estadounidense.

Desde Bank of America, Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados del banco, advierte que factores como bajas existencias de crudo, recortes de producción, tensiones geopolíticas y sólido crecimiento económico pueden empujar el precio del barril. "En un contexto complejo, estimamos ahora que la mejora de las expectativas de crecimiento económico ha contribuido a que los mercados mundiales del petróleo registren un déficit en el 2T24 y el 3T24 de ~450.000 b/d. Por tanto, aumentamos nuestra previsión de precios medios del Brent y el WTI para 2024 hasta 86 y 81 dólares, respectivamente, y vemos que los precios alcanzarán un máximo en torno a 95 dólares el barril este verano. Incluso entonces, el firme crecimiento de la oferta procedente de América en 2025 sugiere que los precios del petróleo a largo plazo deberían permanecer anclados. Así pues, mantenemos sin cambios nuestras previsiones para el próximo año, aunque admitimos que la limitación de las inversiones de capital crea algunos riesgos al alza para los precios del petróleo a medio plazo".

Antonio Castelo, analista de iBroker, considera que en el mercado del petróleo hay muchos factores en juego. "En un entorno en el que parece que desaparece la idea de la llegada de una recesión, tiene sentido pensar que esas posiciones cortas se van a ir retirando y eso provoca subidas de precios en los mercados financieros y en el mercado físico. Todo ello generará mucha volatilidad, además de que, con una oferta ajustada de inventarios bajos y una demanda creciente, es un factor que va a implicar precios del crudo más altos en las próximas semana y, de seguir en una banca entre los 89 y los 91 dólares, podría llegar a los 95 dólares el barril para el Brent europeo". 

Por su parte, los analistas de Goldman Sachs sugieren que "los precios del Brent han superado modestamente los fundamentales y es probable que por ahora se consoliden en el extremo superior del rango de 70-90 dólares".

Más cautos se muestran desde Julius Baer. El Jefe de Economía e Investigación de la Próxima Generación, Norbert Rücker, explica que "los precios del petróleo están acercándose a los 90 dólares por barril, impulsados por los crecientes temores sobre el suministro. Hay diversas narrativas alcistas, incluyendo la fortaleza económica y de demanda, así como la geopolítica y los riesgos de suministro en Medio Oriente. Dicho esto, los fundamentos no muestran evidencia de suministros de petróleo más ajustados hasta el momento. Con la demanda prácticamente estancada en el mundo occidental y China, el crecimiento de la producción de petróleo en las Américas debería compensar más que suficientemente el crecimiento del consumo en el sudeste asiático este año. El optimismo del mercado debería revertirse eventualmente. Vemos más desventajas que ventajas para los precios del petróleo en el futuro y cambiamos nuestra perspectiva de 'neutral a cautelosa', al tiempo que ajustamos al alza nuestras previsiones: en el caso del Brent 3-12 meses pasa de $77,5-$72,5 a $80-$75".

Por último, los analistas del banco español Bankinter son los más comedidos y sitúan el precio medio estimado del Brent en 75 dólares, tanto para este año como para 2025.

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