Pérez Frutos matiza que “el principal producto de la aseguradora es un seguro para clientes contra las posibles quiebras o impagos de bonos” y “si no puede dar el respaldo a sus clientes tendríamos a los principales bancos y aseguradoras del mundo muy perjudicados”. Es precisamente por este hecho por lo que “se ha justificado la intervención de la FED que por otro lado ha dejado caer a Lehman”. “AIG es una de las bases del sistema de seguros”, resume la experta quien apunta a que “hoy los datos macroeconómicos han sido la excusa para empezar perdiendo posiciones” y es que en definitiva “el mercado está muy débil”, asegura. La Reserva Federal además mantuvo ayer los tipos en el 2% frente a quienes apuntaban a que podría recortarlos por sorpresa,
“ha sido ortodoxo mantener los tipos para no tener la sensación de un pánico estratosférico en el mercado” explica la analista, “la Fed está interviniendo inyectando liquidez y pondrá todo el dinero que sea necesario pero no a precios más bajos”. “La situación es difícil pero las autoridades no pueden dejar que el sistema caiga, intervendrán y darán suelo tanto a las bolsas como a las entidades”, resume.Cada día hay nuevas entidades en el ojo del huracán, hoy le toca el turno a Washington Mutual y para Pérez Frutos el problema se resume en que “no sabemos qué tienen los bancos dentro y es difícil averiguarlo”, “no sabemos qué riesgos tienen porque habían jurado que habían sacado su exposición a la subprime” pero”ahora no hablamos sólo de subprime sino de cualquier producto estructurado que de un día para otro ha pasado a valer cero”. La directora de Dracon mantiene que “no tengo ni idea de qué puede pasar con WaMu y menos si el resto del mercado lo está poniendo en el punto de mira”
. “Es cierto –matiza- que hay entidades que tienen más solvencia como Goldman Sachs o Morgan Stanley” pero “con el resto de entidades habrá un proceso de concentración para que se queden menos bancos y los que se queden sean más fuertes”. Para la experta “hacia ahí va el mercado, que se queden dos o tres jugadores muy fuertes”. Así veremos “unos movimientos que de otra manera no se producirían para hacer borrón y cuenta nueva como pasó en el 2000 con las tecnológicas y las que se quedan serán auténticos líderes”. Así las cosas, “no hay que invertir, hay que esperar porque el horno no está para bollos, el dólar es una apuesta para lo que queda de año pero hay que mantenerse al margen porque la volatilidad es tan tremenda que nos podemos quedar pillados de un día para otro”, resume la analista.