El Consejo de Gobierno del BCE “tiene previsto elevar los tipos de interés oficiales del BCE en 25 puntos básicos en su reunión de política monetaria de julio”, según ha anunciado hoy la institución, que de momento hoy ha mantenido sin cambios el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito en el 0,00%, el 0,25% y el -0,50%, respectivamente.

De cara al futuro, la institución que preside Christine Lagarde “espera volver a subir los tipos de interés oficiales del BCE en septiembre”, si bien en este caso no ofrece una guía del alcance del movimiento. “La calibración de esta subida de tipos dependerá de la actualización de las perspectivas de inflación a medio plazo. Si las perspectivas de inflación a medio plazo persisten o se deterioran, será conveniente un incremento mayor en la reunión de septiembre”, avisa el BCE.

Hasta ahora el mercado había descontado una subida de 25 puntos básicos también en septiembre, pero el BCE parece abrir la puerta a que sea más agresiva. “La decisión de hoy demuestra que [el BCE ] ha logrado encontrar un compromiso entre las ‘palomas’ y los ‘halcones’”, señala Carsten Brzeski, analista de ING. “Una subida de tipos de 50 puntos básicos en julio parece haberse evitado abriendo la puerta a 50 puntos básicos en septiembre”.

Más allá de septiembre, y sobre la base de su evaluación actual, el banco central anticipa que “será adecuada una trayectoria gradual pero sostenida de nuevas subidas de los tipos de interés”. “En consonancia con el compromiso del Consejo de Gobierno con su objetivo del 2% a medio plazo, el ritmo al que el Consejo de Gobierno ajuste su política monetaria dependerá de los datos que se reciban y de la forma en que evalúe la evolución de la inflación a medio plazo”, destaca.

El BCE prevé una inflación del 6,8% este año

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha destacado en su comparecencia que “la alta inflación es un gran reto para todos nosotros”. En mayo, volvió a aumentar “significativamente, sobre todo a causa de la subida de los precios de la energía y los alimentos, incluso por el impacto de la guerra”. Pero las presiones inflacionistas “se han ampliado e intensificado, con un fuerte aumento de los precios de muchos bienes y servicios”. 

Los expertos del Eurosistema han revisado al alza sus proyecciones de inflación, que pasan ahora por una cifra del 6,8% en 2022, antes de disminuir al 3,5% en 2023 y al 2,1% en 2024, por encima de las proyecciones de marzo.” Esto significa que la inflación general al final del horizonte de proyección se situará ligeramente por encima del objetivo del Consejo de Gobierno”. La inflación subyacente, excluyendo la energía y los alimentos, se situará en una media del 3,3% en 2022, del 2,8% en 2023 y del 2,3% en 2024, también por encima de las proyecciones de marzo.

En cuanto al PIB, las nuevas previsiones del staff del BCE son de un crecimiento anual del PIB real del 2,8% en 2022, del 2,1% en 2023 y del 2,1% en 2024. En comparación con las proyecciones de marzo, las perspectivas se han revisado significativamente a la baja para 2022 y 2023, mientras que para 2024 se han revisado al alza.

Fin de las compras de bonos

Por otro lado, el Consejo de Gobierno del BCE ha decidido poner fin a las compras netas de activos en el marco de su programa de compras de activos (APP) a partir del 1 de julio de 2022. La institución seguirá reinvirtiendo, en su totalidad, los pagos del principal de los valores que venzan adquiridos en el marco del APP durante un período de tiempo prolongado, más allá de la fecha en la que comience a subir los tipos de interés oficiales del BCE y, en cualquier caso, “durante el tiempo que sea necesario para mantener unas condiciones de liquidez amplias y una orientación adecuada de la política monetaria”.

Por lo que respecta al programa de compras de emergencia (PEPP), el BCE tiene la intención de reinvertir los pagos del principal de los valores adquiridos en el marco del programa hasta, al menos, el final del año 2024. En cualquier caso, “la futura liquidación de la cartera del PEPP se gestionará para evitar interferencias con la orientación adecuada de la política monetaria”, promete la institución que preside Christine Lagarde.