Criticada por la falta de rentabilidad frente a otros índices, por la excesiva ponderación de algunos sectores concretos como la banca o las eléctricas o por la influencia que ejerce sobre la clase política… Lo cierto y verdad es que la bolsa española sigue sin ser un fiel reflejo de la economía española, pero es un gran termómetro para medir la salud de las empresas del país.

En los últimos años, desde luego, hay grandes decepciones que aún permanecen en la retina de todos los inversores como Banco Popular, Abengoa, Terra o inmobiliarias como Fadesa, Astroc o Reyal Urbis, por citar sólo algunos ejemplos. Pero la bolsa española también ha dado luz a grandes historias de éxito como Fluidra, Almirall, PharmaMar, Solaria, CIE Automotive, Siemens Gamesa, Cellnex Telecom, Viscofan o MásMóvil en el Ibex 35.

Pero el mercado de valores español es mucho más que el Ibex 35. En el Mercado Continuo cotizan 130 compañías y otras 118 en el índice alternativo BME Growth. MásMóvil es el gran ejemplo de empresa que ha pasado por todos los escalafones de la bolsa y una pauta a seguir para Holaluz, el Zinc, Gigas, Altia, Lleida.net o Facephi, Atrys Health, Izertis… que vienen pisando fuerte en el BME Growth.

Una buena manera de medir el estado de salud de las compañías es fijarse en aquellas que suenan para entrar en el Ibex 35 en cada reunión del Comité Asesor Técnico (CAT) del índice más representativo de la bolsa española. El pasado 10 de junio se reunió este grupo de expertos que no hizo ningún cambio de calado, salvo el aumento del coeficiente aplicable en las acciones de Caixabank, Cellnex, Fluidra y Acciona.

En esta última reunión sonaron con fuerza los nombres de Logista, Soltec, Sacyr o Audax. No obstante, para acceder al Ibex 35 hay que cumplir una serie de requisitos que ninguna de estas compañías cumplía. El CAT se fija, en gran medida, en el volumen acumulado en los últimos seis meses y al menos ponderar un 0,3% de la capitalización bursátil promedio del selectivo en el periodo de cómputo.

Por capitalización cabría destacar también el comportamiento que viene desarrollando en los últimos tiempos acciones como las de Laboratorios Rovi, FCC, Catalana Occidente o Vidrala. Compañías, en general, de sectores muy diversos, pero que ofrecen oportunidades para los inversores a largo plazo y son punteras y líderes en su negocio. Entidades, además, encuadradas en megatendencias que van a salir muy reforzadas de la pandemia como la salud, las energías renovables, la tecnología y la digitalización de la economía o el consumo de los países emergentes.

Megatendencias con acento español

El keynesianismo, o lo que es lo mismo, el Estado como tractor de la economía real y productiva a través de la expansión del gasto público, se ha impuesto como ideología dominante en esta crisis económica ligada a la pandemia frente a los recortes impuestos en la anterior recesión de 2008. Prácticamente todos los gobiernos han reaccionado al unísono con grandes paquetes de inversiones al tiempo que los bancos centrales han hecho lo propio comprando deuda y situando el precio del dinero al 0%.

Y en esas inversiones también figuran temáticas más tradicionales como la infraestructuras, que no se limitan únicamente a la construcción de carreteras, aeropuertos y vías férreas sino que tienen mucho que ver con la digitalización, el 5G, la eficiencia energética de edificios… Empresas como Izertis, Gigas, Facephi, Cellnex, Sacyr y FCC tienen mucho que decir.

De la pandemia también se va a salir, sin duda, como mayor gasto sanitario y farmacéutico por parte de los Estados. En el sector sanitario español destacan varias compañías familiares como Grifols, Almirall, Rovi, Reig Jofre o las biotecnológicas PharmaMar y Oryzon...

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