Las grandes protagonistas de la semana han sido las divisas. Asistimos a una consolidación de los niveles alcanzados por el euro hacia el dólar, estamos alejados de máximos históricos pero pensamos que movimientos tan verticales son perjudiciales por las implicaciones negativas que puedan tener sobre las decisiones de política monetaria. En el caso del BCE no debemos olvidar que la apreciación del euro es equivalente a un tensionamiento de los tipos de interés de 15 puntos básicos. Es una referencia para tener en cuenta pero no pensamos que este movimiento pueda tener mucha continuidad y superar los 1,3666 donde está puesta una resistencia. Dado que el crecimiento de EEUU sigue siendo más o menos aceptable este tipo de cambio no debería registrar muchas fluctuaciones en los últimos meses.