Seguimos en tono de consolidación tras las fuertes subidas que hemos registrado en los últimos meses. Estamos ante una lógica espera de nuevas oportunidades, pero pese a ello no estamos viendo recortes sino movimientos laterales en un entorno favorable. Tras el paréntesis de mayo-junio, con caídas en la Bolsa, en el mercado de las materias primas... a lo que se une la evidente desaceleración del mercado inmobiliario norteamericano, se abre el interrogante sobre el cambio en el ciclo económico. A pesar de ello, el posible pesimismo inversor que podía emerger se ha superado: ya no se teme al final del ciclo alcista y volvemos a estar en un entorno positivo para los próximos meses.