Las mayores transferencias de dinero del mundo
El Presidente de EE.UU. Joe Biden, comenzó su mandato introduciendo paquetes de estímulo económico que rozaban lo megalómano. Después, siguió realizando las mayores transferencias de dinero del mundo, cuando el Congreso aprobó un paquete de ayudas de 1,9 billones de dólares para los hogares y empresarios estadounidenses, que aumentará aún más el poder adquisitivo de los consumidores.

Una capacidad, la demanda de los consumidores, que se estima va a acelerarse durante la primavera y el verano, a medida que avance la vacunación de la población. A estos grandes planes les sucederá un programa de financiación de 3 billones de dólares para infraestructuras y proyectos sociales.

Aunque los detalles del programa aún están abiertos, el mercado ya está entusiasmado con este plan. Sin embargo, los republicanos no apoyarán incondicionalmente un uso tan generoso del dinero, que conllevará una subida de impuestos y un fuerte aumento de la deuda federal.

Según las proyecciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso, el déficit presupuestario federal se mantendrá por encima del 4 por ciento del PIB a lo largo de la década de 2020, y la deuda superará el 100 por ciento del PIB.

El presidente Biden tendrá que aprovechar toda su influencia política para sacar adelante el programa, aunque sea parcialmente. El asunto es apremiante, ya que las elecciones de mitad de mandato están a sólo dos años de distancia, y las próximas elecciones presidenciales ya están en el horizonte. En el peor de los casos, esto provocará que tanto la política fiscal como la monetaria se endurezcan en Estados Unidos.

La inflación no preocupa a la FED ni al BCE
A pesar de los temores inflacionistas latentes, los bancos centrales mantuvieron la cabeza fría e hicieron oídos sordos a las preocupaciones del mercado. El Banco Central Europeo sólo reaccionó al aumento de los tipos de interés a largo plazo en febrero, acelerando su programa de compra de valores (Programa de Compras de Emergencia, PEPP).

La Reserva Federal de EE.UU. se limitó a afirmar que el crecimiento económico seguirá siendo fuerte, pero subrayó que aún queda mucho camino por recorrer antes de alcanzar su pleno potencial. Muchos economistas han elevado sus perspectivas de crecimiento económico en EE.UU. y, sobre la base de estimaciones optimistas, afirman que el crecimiento tendencial se alcanzará a finales de año.

En los mercados de renta fija, el frenesí continuó, sin embargo, y los tipos de interés a largo plazo subieron. Si el crecimiento económico de Estados Unidos vuelve a la senda anterior, la inflación asoma la cabeza y la deuda pública del país crece, ya no habrá razón ni necesidad para el entorno de tipos de interés bajos. 

Es probable que el nivel de rendimiento de la deuda pública a 10 años alcance pronto la marca del 2% y que siga subiendo. En marzo, el rendimiento de la deuda pública a 10 años subió 0,3 puntos porcentuales, hasta el 1,75%. El rendimiento de la deuda pública alemana e italiana a 10 años cayó a principios de marzo, pero terminó en los niveles de finales de febrero.

Situación inestable del virus
El número de nuevas infecciones ha seguido disminuyendo, especialmente en los países anglosajones, donde la tasa de vacunación también ha sido más rápida. En Europa, en cambio, las infecciones vuelven a aumentar ligeramente, y la tasa de vacunación es más lenta. Un ritmo lento en la tasa de vacunación que ha provocado un aumento del "nacionalismo vacunal". Porque en muchos países, a pesar de la aplicación de restricciones por coronavirus, las perspectivas para el verano siguen estando ensombrecidas por la incertidumbre.

Se ha descubierto un número creciente de variantes del virus de rápida propagación. Pero todavía no está clara su gravedad ni la eficacia de las vacunas contra ellas. Por lo que el coronavirus y sus mutaciones siguen amenazando la recuperación de la economía mundial.

Sin embargo, los mercados europeos de renta variable consiguieron mantenerse en positivo en marzo. El índice Stoxx subió un 4%. En Suecia, el índice OMX30 subió casi un 7%. Los mercados europeos se vieron impulsados por una rotación hacia empresas de valor y empresas cíclicas. El euro se debilitó un 3% frente al dólar.

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En Estados Unidos se produjeron movimientos bruscos en varias partes del mercado de valores. El índice Dow Jones subió casi un 5% y el índice S&P 500 un 1,8%. Sin embargo, los índices Nasdaq Composite y Russell 2000 cayeron alrededor de un 2,5%.