Apuntan que en 2018 las acciones de EEUU pueden comportarse peor que las europeas y las japonesas, ¿por qué?

Pensamos que las acciones europeas se van a comportar mejor que las de EEUU en 2018, debido a que Europa cuenta con crecimiento económico más sólido y aumento del crédito, además de que el BCE está en posición facilitadora y el tipo de cambio es favorable. Así que en conjunto las acciones europeas se encuentran en un momento dulce. Sin embargo, las acciones de EEUU muestran valoraciones más ajustadas, con la Reserva Federal en subida de tipos de interés, lo que resulta negativo para sus acciones el año que viene.

Comentan tamnién que la volatilidad aumentará. ¿Creen que la volatilidad actual no es normal y esto es bueno para evitar el exceso de confianza de los inversores?

El nivel actual de volatilidad es ciertamente excepcionalmente bajo, pero hay que tener en cuenta que ello es atribuible al mejor de los escenarios macroeconómicos: fuerte crecimiento y bancos centrales facilitadores. Sin embargo, no consideramos que este régimen de baja volatilidad pueda continuar siempre. De hecho, es previsible que aumente en 2018, sobre todo por el posible aumento de la inflación. De todas formas en conjunto seguimos en este régimen de baja volatilidad. Los inversores parecen complacientes. Algunas lecturas, especialmente en EEUU, sugieren que el sentimiento alcista está un nivel casi tan elevado tan como en 1987. Sin embargo, los inversores siguen más expuestos a la renta fija que a la renta variable. Así que no está claro si las acciones pueden verse sometidas a presión, ya que todavía puede haber una demanda fuerte por parte de los inversores minoristas.

Por sectores apuestan por las finanzas, las energéticas y las materias primas, ¿confían en que el aumento de los tipos de interés aunque sea lenta y gradual potencie las cuentas de resultados de los bancos?

Este año ha sido fantástico, especialmente para acciones cíclicas, incluyendo tecnología e industriales, así como consumo discrecional. Para 2018 estimamos una rotación de acciones de crecimiento a acciones de valor, donde las cíclicas de valor nos parecen muy interesantes, como energía y finanzas, por valoraciones así como previsiones de crecimiento de beneficios. No nos preocupa demasiado que los bancos puedan verse afectados por los movimientos de la Reserva Federal, que hagan que la curva de rentabilidades de la deuda de EEUU pueda aplanarse algo, pues el factor más importante es la rentabilidad del bono a diez años, que esperamos aumente. Esto será positivo para el sector de la energía, así que estamos largos en conjunto respecto a acciones y mercados de carácter cíclico.

¿Qué previsiones tienen para el tipo de cambio del dólar en es este entorno?  

Estimamos que el euro seguirá apreciándose. Nuestra previsión es que se cambie a 1,22 con el dólar, lo que todavía está por debajo del valor razonable que debe tener respecto al dólar. El euro tiene apoyo en el sólido crecimiento económico en Europa, y el hecho de que no es previsible que la subida de tipos de interés de la Reserva Federal vaya a tener impacto significativo en el tipo de cambio. Sabemos que históricamente cuando la economía europea lo hace bien hay soporte para el euro y además el BCE puede mostrarse más facilitador en 2018. Así que esperamos que el euro se muestre algo más fuerte respecto al dólar el próximo año.

Alertan de posibles riesgos de colapso en China, menor liquidez y mayor inflación, ¿es tiempo de ser más conservador?

Desde luego hay riesgos en nuestro escenario. Obviamente la inflación es un riesgo, aunque no esperamos que se descontrole y por tanto, que la Reserva Federal tenga que sobrereaccionar al respecto. China es algo diferente, en estos años todo el mundo se ha mostrado preocupado al respecto, incluyendo el posible impacto potencial de su desapalancamiento financiero, aunque debo decir que ha habido cierta mejora, pues sus ratios de apalancamiento se han reducido. El mensaje de las autoridades chinas sigue siendo básicamente el mismo y, no parece, en un entorno de crecimiento sólido global y dólar débil que la economía China vaya a verse sometida a presión. Así que el riesgo es la mayor inflación, lo que no prevemos vaya a ser muy disruptivo, si bien puede crear un entorno algo más volátil.