En el contexto actual, con las bajadas de tipos, ¿creen que el entorno macro les beneficia o aún les condiciona en términos de crecimiento y valoración?

Estamos viviendo un año con mucha incertidumbre y el mundo de los negocios es especialmente sensible porque sin un marco estable resulta más difícil generar inversión y crear valor. Estamos viendo algunos avances importantes en el segundo semestre del año, como la bajada de tipos de interés, sin embargo, seguimos moviéndonos un entorno
donde la antifragilidad es esencial, marcado por fenómenos como la polarización política o conflictos prolongados.

Por tanto, debe prevalecer la prudencia y saber aprovechar las oportunidades que surjan.

Desde su salida a bolsa en el BME Growth, LLYC ha consolidado su negocio internacional. ¿Qué balance hacen de su evolución financiera y bursátil en estos años?

Acabamos de cumplir cuatro años desde nuestra salida a bolsa, y el balance no puede ser más positivo. Seguimos manteniendo nuestra visión como un jugador de largo plazo, y creemos que nuestra incorporación al mercado dentro del modelo small caps nos ha permitido poner en valor tanto nuestro negocio como nuestro proyecto.

Desde entonces, nuestros ingresos se han multiplicado por 2,6 veces, nuestro EBITDA recurrente más del doble, y ya contamos con una cartera de más de 2.000 clientes. Si uno mira una compañía que salió al mercado hace apenas cuatro años, prácticamente hemos triplicado nuestro negocio, y ahora estamos en una fase de consolidación de ese crecimiento, cerrando la etapa de transformación que iniciamos entonces.

Hoy somos algo que hace cuatro años no existía en el universo LLYC: una compañía de Marketing Solutions y Corporate Affairs. Y, como hemos comentado en otras ocasiones, la transformación nunca es sencilla: todo el mundo dice que quiere transformarse… hasta que le toca hacerlo.

¿Qué peso tiene actualmente el negocio internacional en los ingresos totales y cómo contribuye a diversificar los resultados del grupo?

Nuestros resultados evolucionan año tras año en función de cómo se comporta cada geografía desde el punto de vista económico. Actualmente, contamos con una distribución muy equilibrada: aproximadamente un tercio de nuestro negocio está en Estados Unidos, otro tercio en América Latina y otro en Europa.

Esta estructura nos ofrece una posición muy sólida en términos de diversificación de riesgos y de consolidación monetaria, lo que nos permite gestionar adecuadamente los riesgos asociados a la volatilidad cambiaria. Dicho esto, Estados Unidos sigue siendo el mercado con mayor potencial de crecimiento para nosotros.

¿Qué catalizadores podrían hacer que 2025 sea un año más favorable para las small caps en general y para LLYC en particular?

Considero que el principal catalizador será la confirmación de una tendencia y de un track record sólido. Desde nuestra salida a Bolsa, hemos sido una de las compañías que más dividendos ha repartido dentro del universo de las small caps. Hemos mantenido un crecimiento resiliente, a pesar de las circunstancias del mercado, y hemos cumplido con nuestra promesa de transformación.

Nuestra ampliación de la oferta de productos y servicios es ya una realidad, al igual que nuestra expansión geográfica.

En este sentido, podemos decir que nuestro historial demuestra coherencia entre lo que dijimos que íbamos a hacer en el plan estratégico y lo que efectivamente hemos conseguido. Y todo ello en un entorno profundamente cambiante, donde el mundo de la comunicación y el marketing ha experimentado una transformación radical en los últimos tres años.

Esa transformación responde, entre otros factores, a la dilución de fronteras entre especialidades, a la concentración de decisiones de compra por parte de los clientes y, sobre todo, al impacto de la inteligencia artificial. De hecho, cuando lanzamos nuestro último plan estratégico, hace tres años, no contemplábamos el grado de adopción e impacto que tendría la inteligencia artificial en nuestro sector.

Por lo tanto, considero que LLYC ha demostrado una gran capacidad de adaptación, tanto a los cambios del mercado como a los nuevos desafíos tecnológicos.

En términos de valoración, ¿consideran que el mercado está reflejando de forma adecuada el valor real de LLYC? 
El mercado refleja un valor, aunque desde nuestro punto de vista, el BME Growth es un mercado con muy poca liquidez, lo que dificulta que las compañías reflejen de forma precisa todo el valor real que están generando.

Aun así, es un índice que nos marca un nivel de exigencia saludable: nos obliga a cumplir con el mercado, a plantearnos metas ambiciosas y a ofrecer soluciones ante los retos, especialmente porque tenemos un compromiso firme con nuestros accionistas, que han confiado en nuestro proyecto.

Venimos consiguiendo buenos resultados y una rentabilidad sólida, generando valor para los accionistas, y seguimos trabajando en la misma línea. De hecho, estamos desarrollando nuestro nuevo plan estratégico, que creemos será una herramienta clave de crecimiento para los próximos tres años.

¿Qué factores o palancas podrían contribuir a una mejor valoración de la compañía en el mercado?

La primera palanca es acabar nuestro proceso de transformación y tener ya los equipos plenamente estructurados en torno a objetivos claros: el Team EBITDA, el Team Growth, el Team Profit Margin y el Team Estrategia M&A o de crecimiento inorgánico.

La segunda es la integración total de nuestros negocios en Estados Unidos y en Colombia, donde se han producido nuestras dos últimas grandes adquisiciones.

Y la tercera, contar con una oferta plenamente integrada, que nos permite situar los desafíos del cliente en el centro, elevar el ticket medio de servicio y mejorar nuestros ingresos recurrentes (revenues).

¿Cómo pueden las small caps ganarse la confianza de un inversor cada vez más exigente en transparencia y reporting financiero?

Nuestra gestión se basa en tres pilares fundamentales: transparencia, visión a largo plazo y estrategia clara. Creo firmemente en la importancia de comunicar con honestidad y cumplir con las obligaciones que implica ser una small cap cotizada, generando confianza entre quienes apoyan nuestro proyecto. Entiendo que el crecimiento requiere tiempo y una planificación sostenida, por eso trabajamos con una hoja de ruta definida y un compromiso constante con la coherencia y el cumplimiento, elementos clave para crear valor y fortalecer la relación con nuestros inversores.