2017 está a punto de comenzar. ¿Qué lecciones nos ha dado 2016 para el mercado?

Al final el mercado siempre nos enseña algo. Tal vez en 2016 una de las cosas que nos ha enseñado es que es cambiante, que se va reinventando y que al final no podemos dar nada por sentado. Hasta hace nada teníamos una especie de tótems de la bolsa, algo que parecía que no se podía cambiar nunca, tipo “los agostos siempre son tranquilos en bolsa” o “lo más importante es hacer una correcta asignación de activos”. Pues ya hemos visto que los agostos no son tranquilos en bolsa y en cuanto a la asignación de activos sí es verdad que es muy importante hacerlo pero es verdad que esto últimamente no ha funcionado. Lo que antes funcionaba ahora ya ha dejado de funcionar y podríamos decir que es objetivamente importante hacer una asignación de activos pero meteríamos una coletilla, una asignación de activos muy flexible.

Parece obvio, pero ¿por qué es necesaria esa flexibilidad?

Para empezar porque estamos en un mercado ahora mismo que es bastante anómalo. Los inversores se tienen que adaptar a él y también los gestores de fondos. Por ejemplo si hablamos de renta fija, lo que ocurre es que estamos en un mercado de tipos muy bajos como ya sabemos, con mucha inestabilidad política y los gestores lo han pasado francamente mal para encontrar determinados tipos de activos que por un lado dieran rentabilidad y por otro lado mantuvieran un adecuado equilibrio en la parte de riesgo. Es curioso porque hemos pasado de un mundo que podríamos decir rendimientos sin riesgo a otro de riesgo sin rendimiento. Entonces no vale la asignación clásica como decíamos antes. No puedo ser un gestor pasivo y esperar a ver qué es lo que pasa. Tengo que meter muchos más elementos en mi cartera con más diversificación para evitar esto. Liga con lo anterior que es lo que muchas veces ha pasado, que en muchas carteras se han metido muchos tipos de activos que antes prácticamente no se tenían en consideración o se tenían en consideración de manera mucho más residual. Y volviendo al tema de los tipos de interés, van a estar bajos en un periodo de tiempo, pero no van a estar bajos para siempre, se irán subiendo. Esto va a traer cosas muy positivas, pero también va a traer otros impactos negativos en las carteras. Poco a poco es necesario hacer esta adaptación. Cuanto más diversificado esté en la cartera, mucho mejor. Lo que ha funcionado bien en este entorno y lo que se ha demandado por parte de los inversores es tener algo muy dinámico que sea muy selectivo y muy flexible.

Dentro de este enfoque, ¿encaja el Edmond de Rothschild fund bund allocation?

Encaja bastante bien fundamentalmente porque es un fondo flexible de asset allocation. Flexibilidad ante todo. Y por otro lado porque es capaz de jugar la duración de la cartera con una horquilla muy amplia. Entonces, estos dos aspectos son importantes para un periodo como el actual que tienes que estar constantemente moviéndote tanto por asset allocation como por la gestión de la duración.

¿Qué estrategias sigue el fondo para lograr esta asignación dinámica?

Son fundamentalmente tres. Una es carry, seleccionar bonos que con la idea del gestor que por valoración y por cupones son perfectamente válidos para una situación como la actual. Por otro lado, evidentemente la gestión de la duración. Tiene una horquilla de gestión de -2 a +8. Es precisamente esta gestión dinámica de duración la que le permite al gestor poder hacer una gestión en cuanto a posible subida de tipos de interés o incluso jugar rendimientos positivos en los diferentes momentos y zonas de las curvas de tipos. Luego, evidentemente, una selección de bonos bastante importante por la cual el gestor especifica qué tipo de bono y qué bono es el que más se adecúa a su cartera.

¿Cuál es el objetivo del fondo?

El objetivo del fondo es tener una rentabilidad positiva cualquiera que sea su ciclo económico en  un periodo aproximadamente de tres años.

Ya para terminar, ¿qué les gusta y qué no les gusta a los gestores del fondo?

Actualmente los gestores están negativos con la deuda gubernamental. Evidentemente no es un buen momento para estar posicionados en deuda gubernamental. Y son positivos con la deuda corporativa. La deuda corporativa tenemos que tener en cuenta tres factores importantes que les está favoreciendo bastante. Uno es el macroeconómico, el microeconómico y la política de tipos. A nivel micro no nos podemos olvidar que la situación es bastante positiva. Se están aumentando las ventas y cada vez las compañías son un poco más rentables. Por tanto es un posicionamiento bastante interesante. Por otro lado es verdad que en Estados Unidos no nos gusta demasiado la parte más corta de la curva. Y por otra parte, poder jugar un poco la deuda emergente es bastante interesante, eso sí, de forma muy cuatelosa.