BME ha logrado un beneficio neto de 93,3 millones entre enero y septiembre de 2019, un 8,9% menos respecto al mismo período del año anterior. ¿Cómo valoran estas cifras?

Creemos que el resultado del trimestre que ha sido de un 1,8% menos respecto al mismo trimestre de 2018, que efectivamente lleva una cifra acumulada de un 8,9% por debajo, son resultados muy sostenidos teniendo en cuenta la evolución de los volúmenes de contratación de Renta Variable, que es la unidad de negocio que representa el 40% de nuestros ingresos y tiene un peso muy elevado dentro de la compañía, ha presentado comportamientos de una bajada acumulada del 25% por el comportamiento de los mercados y en el trimestre un 12%. Con esas bajadas, sin embargo, hemos conseguido unos resultados que sólo bajan un 1,8% en el trimestre un 8,9% en el acumulado del año. Esto muestra la resiliencia del modelo de negocio de BME, que es capaz de dar estos resultados pese a comportamiento negativos en los mercados, fundamentalmente en el de renta variable. Este trimestre, además, tenemos algunos puntos positivos como son los resultados de la unidad de negocio de Derivados, Clearing, Liquidación y Registro, así como un elevado número de flujos de inversión canalizados a Bolsa que han sido muy elevados durante el año y que nos han dado un número muy elevado de ampliaciones de capital, que beneficia a la parte de ingresos de Listing en Renta Variable.

Estos ya son los resultados del tercer trimestre del año, ¿cómo esperáis cerrar 2019? ¿Se mantienen vuestros objetivos?

Nosotros como sabéis tenemos una parte que no es dependiente de volúmenes, que en nuestro foco está incrementarla para ser menos dependientes de volúmenes. De hecho, nosotros siempre mostramos siempre un ratio, que es conocido en el mercado, como es el ratio de ingresos no ligados a volúmenes de negociación cuanto cubren de la base de costes y ese ratio este año está en el 128%, es decir hacemos 30% del ebitda de ingresos que no tienen nada que ver con los ingresos de contratación y eso siempre ha sido un foco y un objetivo en la dirección. ¿Qué sucede? Que tenemos una parte ligada a los volúmenes de contratación y que está fuera de nuestro alcance y de nuestra gestión. Con esa parte no podemos sacar la bola de cristal y esperamos que los volúmenes se empiecen a comportar mejor en los próximos meses que no depende de nosotros, depende de la macroeconomía, del Brexit, de Trump... Lo que sí podemos hacer es controlar los costes, que van muy en línea con el 'guidance' de costes que dimos al comienzo del año del 2 al 3%...

También destacáis la concesión por parte de S&P de una calificación crediticia de A-con perspectiva estable. ¿Cómo lo valoran esta nota?

Lo valoramos muy positivamente, era uno de los hitos de nuestra plan estratégico en el que estamos muy centrados en cumplirlo. Era una de las cosas que teníamos que hacer y creo que la calificación que hemos obtenido era la máxima que podíamos obtener, ya que como grupo hemos obtenido una calificación equivalente a la del Reino de España, aunque como tenemos una estructura de holding en la metodología de Standard and Poor's te bajan un nivel. Creo que como nos ha valorado Standard and Poor's y por lo que ha dicho de BME estamos muy satisfechos.

Con estos resultados que han publicado hoy, ¿tienen previsto realizar alguna modificación en el pago del dividendo?

La política de BME es mantener los dos primeros dividendos a cuenta a un nivel estable, siendo lo más fácilmente trazable porque esto también es importante para nuestros compañeros de las distintas áreas... por ejemplo en Derivados es muy importante saber cuando se va a pagar exactamente el dividendo. El consejo va a proponer un reparto de 0,6 euros por acción, que se repartirá el 30 de diciembre y luego el complementario, que es como si dijéramos el que ajusta el 'pay-out' al beneficio que hayamos obtenido al final del año.