La temporada de resultados del tercer trimestre ha tendido a confirmar las tendencias macroeconómicas generando sorpresas positivas de rentabilidad, especialmente en los sectores cíclicos.

SINCRONIZACIÓN DE LOS BANCOS CENTRALES

La inflación en los países desarrollados, excepto en Reino Unido, ha permanecido anormalmente baja en este robusto entorno, pero esto no ha frenado a los principales bancos centrales, salvo al Banco de Japón, en la introducción de un endurecimiento monetario. En diciembre, se espera que la Fed aumente sus tipos por tercera vez en 25 pb, mientras que el Banco de Inglaterra acaba de acometer su primera subida de tipos en más de una década. Debido a la adopción del endurecimiento monetario de la Fed, su balance ha comenzado a reducirse. El BCE reducirá los esfuerzos del QE al rebajar a la mitad las compras de bonos durante los primeros 9 meses de 2018, pero no ha establecido una fecha de finalización. Y el ‘timing’ del primer movimiento de subida de tipos es incluso más difuso dado que se espera que esto suceda después de haber finalizado las compras de activos por completo. Mientras tanto, el banco central de China continuará con los esfuerzos para reducir el floreciente shadow banking al mismo tiempo que mantiene las políticas monetarias, que están mayoritariamente diseñadas para estimular la economía real.

En general, los bancos centrales están comenzando a sincronizar las acciones poco a poco en sus movimientos para normalizar las políticas monetarias. Se aproxima el final del dinero fácil, pero por ahora no ha tenido impacto en los mercados (un notable contraste con las políticas monetarias laxas que durante años impulsaron unas valoraciones más elevadas). Esto se debe quizá a que el cambio ha sido gradual y extremadamente cauto, o puede que simplemente se deba a la combinación de unos fundamentales robustos y una inflación débil que mitigan el impacto de este cambio de las políticas de los bancos centrales en los mercados de bonos y renta variable. En cualquier caso, los mercados solo esperan dos subidas más de la Fed antes de finales de 2018 aunque los miembros del FOMC cuentan con una media de cuatro. Pero dado el rápido aplanamiento de la curva de rendimiento que se ha producido por las políticas monetarias, deberíamos vigilar la volatilidad. Es difícil decir exactamente cuándo podría tener impacto este tipo de riesgo, pero después de meses  de baja volatilidad y mercados alcistas, la cotización podría volverse más errática, sobre todo porque muchos inversores, y en especial los fondos de paridad de riesgo, han calibrado el riesgo en línea con la reciente volatilidad del mercado. Como resultado, el impacto de las ventas forzadas en un entorno de turbulencias en los mercados sería forzosamente mayor.

MANTENER ALGUNAS RESERVAS

La renta variable japonesa experimentó un fuerte rally en octubre y el Nikkei subió un 8,1%. Esto se debió a la mejora de la macroeconomía y los factores macroeconómicos, pero también a la victoria del partido LPD de Shinzo Abe en las elecciones parlamentarias. La reelección del primer ministro ha restaurado la autoridad de la Administración y reforzado su insistencia en un enfoque económico proactivo. Después de aumentar nuestra sobreponderación a la renta variable japonesa en octubre, hemos recogido beneficios, teniendo una exposición que ha descendido temporalmente a neutral. Continuamos favoreciendo la renta variable japonesa y de la eurozona frente a EEUU y los países emergentes. Hemos vuelto a una posición neutral en bonos convertibles y reducido nuestra exposición a deuda soberana de la eurozona y EEUU. Esto nos ha llevado a elevar temporalmente nuestra exposición al mercado monetario. Todavía es un buen momento para estar expuestos a activos de riesgo, pero preferimos mantener algunas reservas para poder beneficiarnos si resurge la volatilidad.

Benjamin Melman, Director de Asignación de Activos y de Deuda Soberana en Edmond de Rothschild AM (France)