Si hablamos de invertir en compañías, la realidad es que, a día de hoy, la inversión en small caps a largo plazo es más rentable que la inversión en mega caps. En este sentido, Tesla, Amazon, Banco Santander, Netflix... las grandes compañías cotizadas son las que más atraen los titulares y el interés de los inversores. No en vano, ganan decenas, incluso centenares, de miles de millones cada año y emplean a miles de personas. Sin embargo, bajo el radar de las grandes firmas de análisis sobrevuelan una miríada de compañías cotizadas de pequeña y mediana capitalización, con negocios robustos en ciertos nichos de mercado. Para muchos expertos, el momento actual es un punto de entrada muy atractivo para posicionarse en este tipo de empresas. Francisco Rodríguez d’Achille, responsable de la gestora Lonvia Capital en España, considera que “estamos ante una ventana de oportunidad única para invertir en cotizadas europeas de pequeño y mediano tamaño, siempre que se tenga un horizonte temporal de entre tres y cinco años”.

En el caso de las compañías pequeñas europeas, la evolución en el largo plazo ha sido mucho mejor que en las grandes. El índice MSCI Europe Small Caps se ha revalorizado un 7,7% de media anual en los últimos 22 ejercicios (¡más que el S&P 500!), mientras que el índice general europeo, el Stoxx 600, ha rentado solo un 4,7%. La oportunidad de invertir en este segmento de mercado, en Europa, puede ser especialmente atractiva. Primero porque la Bolsa del Viejo Continente sigue cotizando con unas valoraciones más baratas que las de Estados Unidos. Y, segundo, porque las small caps también presentan métricas más baratas que las grandes.

Pero, ¿el atractivo de las compañías de pequeño y mediano tamaño sólo está en Europa? No para muchos, que creen que las regiones asiáticas, y concretamente China, son las futuras regiones ganadoras. Y es que todo apunta a que la economía china está preparada para un repunte en 2023. En el plano económico, las estimaciones del FMI son de un crecimiento ligeramente superior al 5%, cuando hay otras estrategias que apuntan a rangos del 6-7%, una recuperación en "V" y con el consumo interno, como palanca de crecimiento, y no tanto las exportaciones como a principios de este siglo, ya que el ahorro de estos años de pandemia sirven de catapulta para un país que despiera. La locomotora asiática se ha convertido en la región preferida por parte de los inversores tanto institucionales como particulares. Una economía que podría crecer este año más del 5%, según estimaciones del FMI, con un consumidor que vuelve a la vida y con recursos financieros y con una inflación controlada y con una divisa fuerte. Todo en un entorno en el que la capacidad también de las compañías para mantener un equilibrio saneado, un flujo de caja y atraer clientes determinará el crecimiento de la economía en este entorno post-COVID.

Eso, a nivel geográfico..., pero más allá de las frontera, para muchos analistas, el mercado de renta variable se ha convertido en un conflicto entre las acciones de valor y las acciones de crecimiento. En WisdomTree, creen que una estrategia de calidad bien diseñada puede ser la pieza clave de una cartera de renta variable. Las empresas de alta calidad muestran un comportamiento “todoterreno” que garantiza un equilibrio entre la creación de riqueza a largo plazo y la protección de la cartera durante las recesiones económicas. Sin embargo, en 2022, las inclinaciones secundarias fueron muy importantes. Los valores de valor se beneficiaron de la política monetaria agresiva de los bancos centrales, recurriendo a su baja duración implícita con el fin de obtener altos beneficios, en un año especialmente difícil para la renta variable. De las estrategias centradas en la calidad, la que se inclinó por el valor obtuvo un rendimiento medio superior, mientras que la que se inclinó por el crecimiento registró un rendimiento inferior. De cara a 2023, el riesgo de recesión sigue amenazando al mercado, y esperamos que los bancos centrales sigan mostrándose agresivos en todo el mundo, ya que la inflación sigue estando significativamente por encima de los objetivos. Dado que los mercados se enfrentan en 2023 a muchos de los mismos problemas que en la segunda mitad de 2022, parece que las inversiones resistentes que se inclinan por la Calidad y el Valor y que han funcionado especialmente bien en 2022 podrían seguir beneficiándose.

Por su parte, los estrategas de JPMorgan Chase creen que es momento de prepararse para deshacerse de las acciones de valor e ir a por las de crecimiento, ya que el rendimiento de las primeras se revertirá a medida que la recuperación económica se desacelera. El próximo paso para los inversores en el próximo mes o dos podría ser "valor totalmente infraponderado versus crecimiento", señala el equipo dirigido por Mislav Matejka. “Nuestra opinión central es que en la segunda mitad, el mercado volverá a la recesión comercial, pero incluso si el escenario opuesto gana fuerza el valor podría no ser el mejor lugar para estar”, apunta Matejka. Las acciones de valor han comenzado a estancarse frente a sus pares de crecimiento recientemente, después de superarlas el año pasado por la mayor cantidad desde la burbuja de las puntocom de 2000. Si bien las acciones más baratas recibieron un impulso por el aumento de los rendimientos de los bonos y la inflación, los inversores están comenzando a valorar una política más agresiva. Lo que puede reducir el apoyo al comercio a medida que los rendimientos alcanzan su punto máximo.

Un ejemplo de este tipo de acciones de crecimiento lo tenemos en NVIDIA, uno de los mayores productores de semiconductores. La acción ha subido al calor de las noticias, acumulando una ganancia en 2023 del 45%. Según comunicó la propia empresa, las expectativas de ingresos para el 1T23 son de 6,500 millones, cuando la media de los analistas esperan 6,330 millones, que compara positivamente con los 6,050 millones reportados en el 4T22. Algunos fondos de inversión la tienen entre sus TOP 10 posiciones y tampoco han ido mal en el año. Entre los mayores tenedores de esta acción acaparan prácticamente las primeras 10 posiciones ETFs, tanto de Vanguard, Invesco, iShares y SPDR, aunque el fondo Fidelity Growth Company  se cuela entre esos 10 mayores tenedores. En las siguientes 10 posiciones (de la 11 a la 20) vuelven a aparecer otros dos fondos mutuos de Fidelity, pero en este caso el Fidelity Blue Chip Growth Fund y el Fidelity Select Semiconductors Portfolio, pero también en la posición 15 está el fondo T.Rowe Price Blue Chip Growht Fund y en la 18 otro de esta casa, el T.Rowe Price Growth Stock Fund. 

Y una vez tocada el temas de los fondos de inversión, no podemos terminar sin señalar que, más allá de la inversión directa en bolsa, los fondos temáticos siguen siendo una alternativa de inversión en momentos de incertidumbre. Y, dentro de ello, en febrero y también en el año, los fondos del sector del agua se han posicionado como los claros ganadores, con una rentabilidad acumulada en 2023 del +6.2%, mientras que en febrero fue de +1.04%. También en terreno positivo tanto acumulado como mensual está el sector comunicaciones, con una ganancia acumulada del 9.2%, y del 0.45% mensual, así como el financiero que roza el +7.7% en el año y del 0.4% mensual.

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