Fondos que son una oportunidad independientemente del Covid-19 

El parón de las economías a causa del coronavirus ha generado que muchas regiones hayan entrado en la tan temida recesión. De hecho, los datos económicos han confirmado la magnitud de la crisis propiciada por el confinamiento. Eurostat informó de que el PIB real de la Eurozona cayó un 3,8% en el primer trimestre con un desplome de la actividad del sector servicios que implica que el PIB podría contraerse entre un 10% y un 20% en el segundo trimestre.  Las previsiones, cuando se habla de EEUU, no son mucho más optimistas. Una economía que tendrá más de 4 millones de parados, decrecerá un -10% con los beneficios de las compañías cayendo más de un 30%. 

Es en Asia donde las previsiones son más optimistas, por eso de que fue el primero en entrar en la pandemia (y, por tanto, en la recesión de su economía), cuenta con la segunda potencia económica del mundo , primer exportador y el mayor tenedor de reservas del mundo: China. Una región que sufrió el mayor impacto de la pandemia  - con una caída del -6,8% en términos anualizados – pero que no ha fijado previsión alguna para 2020. El FMI, en cambio, cree que esta será la única economía que evite la recesión en el conjunto del ejercicio, al crecer un 1,6%. 

Una región que irá a contracorriente de la contracción del 3% que tendrá este año la economía global, liderada por las economías avanzadas, cuya recesión alcanzará – a cierre de 2020 – el -6,1%. Todo mientras la pandemia y los rebrotes del Covid-19 sigan bajo control.  Porque por el lado de Bancos Centrales, gobiernos y organismos supranacionales, está claro que el apoyo seguirá estando vigente. 

Un panorama, y unas previsiones, que no casan con la evolución de algunos mercados de acciones. nos índices sobre los que seguirá pesando la volatilidad de la que han sido presa en esta primera parte del año y que les ha hecho descontar el mejor y el peor de los escenarios en una misma semana.

Unas previsiones en las que es necesario cuestionarse qué actitud tomar como inversor. Cuando las gestoras lanzan sus previsiones la palabra “cautela” comienza todas las presentaciones.  Sobre todo porque hay muchos riesgos en el horizonte. Leonardo López, Country Head Iberia y Latam de ODDO BHF cita factores como una “segunda oleada del virus que,  aunque parece que estamos mejor preparados, no se puede descontar; bancarrotas y quiebras de empresas que ocurren una vez que comienza la recuperación, la destrucción de la fuerza laboral o las cuestiones políticas (como Brexit o elecciones en EEUU)”, como factores que pueden hacer descarrilar las actuales previsiones económicas.  

Renta fija: deuda investment grade y momento de entrada en high yield 

Comportamiento que está haciendo que gran parte del mercado esté cauto y, sobre todo, monitorizando cómo puede afectar a la renta fija el hecho de que haya muchas compañías que quiebren o que entren en bancarrota, comportamiento que va por detrás del ciclo económico.  Una situación que pone sobreaviso  en aquella deuda de menor calidad y high yield.  Ricardo Comín, Country Head Iberia y Latam Vontobel AM reconoce estar positivo con investment grade. “Lo éramos a comienzos de año, con una yield exigua y, en este caso, con los tipos a cero no tiene sentido invertir en deuda pública lo que esta deuda  será la parte más segura de la deuda y porque high yield no paga riesgo. Y es porque a medida que avance la recuperación veremos cómo caen más empresas, las que tienen más peligro son las que están peor financiadas y tienen un rating peor y además no tienen ayuda por parte de los bancos centrales.  Si nos vamos al extremo, podemos ver muchas caídas de rating con lo que creemos que el riesgo a día de hoy en high yield no está compensando”. 

El experto de ODDO BHF cree que la gestora está positiva en deuda de grado de inversión, tanto por el apoyo de los Bancos Centrales como por el carry, y está neutral en deuda de alta rentabilidad.  Sin embargo, puede ser momento de empezar a ser selectivos con esta última porque “normalmente los diferenciales de high yield tocan máximos antes de que el PIB toque mínimos”. Tirando de datos: En la crisis financiera de Europa, el pico de spreads se hizo en diciembre de 2008, fecha en la que la tasa de defaults estaba en el 5,5%. Un año después, la tasa de defaults ascendió a 12,1%. La caída de spreads fue de 1.400 puntos básicos el año posterior. En esta crisis generada por el Covid -19, el pico de los spreads se alcanzó este año donde el high yield tradicional estuvo en más de 900 puntos básicos e incluso en la parte corta alcanzó niveles por encima de los 1.000 puntos básicos. “Lo que hemos visto es una compresión de spreads, con lo que puede ser el momento de entrada porque históricamente estos momentos previos a que la recesión toque mínimos y los defaults toquen máximos, es el mejor momento de entrada para este tipo de deuda”.  

Y es que lo que está claro es que la renta fija vuelve a ser un activo interesante porque en muchos casos los diferenciales que hubo a finales de marzo están por encima de los de 2006. “Lo `bueno´ que ha tenido esta crisis es que otra vez nos ha dado posibilidad de volver a entrar en renta fija para  rentabilidad tanto desde el punto de vista de cupón como de diferenciales. Siempre con una gestión activa e intentando moverse en un los diferentes tipos de renta fija, vencimientos y ratings para captar las mejores estrategias. 

Con este objetivo, el de intentar conseguir las oportunidades que se abren en el mercado de renta fija y con un enfoque flexible, Candriam cuenta con el Candriam Credit Opportunities, un fondo que  “tiene un sesgo conservador, de baja duración y que invierte en ideas de alta convicción con la posibilidad de ponerse largo/corto e incluso hacer cobertura para aprovechar las oportunidades del mercado”, dice Ignacio Martín, director institucional de ventas de Candriam AM. Columbia Threadneedle a través del Global Corporate Bond invierte en deuda de las compañías de calidad investment grade, que no harán default y que, sin embargo, cuentan con cupones atractivos. 

Una situación diferente a los dividendos. “Está claro que las compañías podrán pagar sus deuda y sus cupones, sin embargo tendrán que recortar capex, recompra de acciones y lo que indica esto es que probablemente sea más atractiva la renta fija por mayores recursos por parte de las empresas y por mayor atractivo por parte de los inversores. Lógicamente entre una empresa solvente que pagará cupón y una empresa solvente que no te pagará el dividendo, habrá muchos inversores que vayan a renta fija”. 

Emergentes, fondos temáticos y sostenibilidad: trío de ases en renta variable 

A la hora de aproximarse a la renta variable, a lo largo de esta crisis son tres las categorías que han incrementado su importancia y han demostrado su resiliencia en los momentos más complicados. Por un lado, los países emergentes. Aunque es cierto que en todo el mundo ha habido una correlación muy alta entre nivel de recuperación de la pandemia y la rentabilidad de sus bolsas, emergentes es una de las regiones en las que hay que invertir independientemente del Covid-19. “Las dinámicas que están en emergentes no han cambiado: demografía, cambio tecnológico, migración del campo a la ciudad…. Todas estas variables siguen vigentes, se han podido retrasar más o menos, pero en emergentes no hay que pensar si recuperarán o no, es una inversión estratégica que hay que tener en cartera para siempre”, dice Luis Martín, director de ventas de BMO Global AM. Una inversión que tiene que ir centrada hacia aquellas compañías ligadas al consumo doméstico y ciclo local, saneadas, con poca deuda “evitando  aquellas que dependa del crudo, de los tipos de interés…”. 

 Además, a nivel país, los niveles de deuda son actualmente más bajos que en los mercados desarrollados pero el coste y acceso al a financiación es mucho mayor. Por lo tanto, en algunos aspectos, los países emergentes tienen más margen para aumentar la emisión de deuda para financiar la recesión, pero es probable que el coste de esa deuda aumente  “Creo que el peligro que existe hoy en día en muchos países emergentes son las respuestas políticas al virus que terminan causando demasiado daño económico porque los responsables sienten la presión de hacer algo”, dice Kirstie Spence, gestora de renta fija de Capital Group.

Para tener exposición a la región, Fidelity cuenta con dos fondos: Fidelity Asia Focus – que se enfoca a compañías de crecimiento con un estilo de gestión bottom up sin exposición a Japón – y el Fidelity China Consumer, que permite beneficiarse de los hábitos del consumo.  Vontobel Emerging Marketse Equities Aberdeen Standard Sicav Emerging Markets Corporate bond cuenta con un proceso de inversión basado en la selección de emisores y no top-down. Actualmente tiene 180 posiciones con un rating medio BB y diversificado por países 

Dos fondos que incorporan la sostenibilidad como un filtro más a la hora de seleccionar las compañías. Si algo ha demostrado esta crisis es la resistencia que ha mostrado la inversión sostenible viendo que el MSCI World en euros ha caído un -6% frente al 3% del MSCI World ISR. “Esta crisis ha sido la gran prueba de fuego que demuestra que la inversión sostenible protege el capital mejor que la inversión general y que bate al índice”, dice Luis Martín. Este experto cree que la inversión sostenible debe se estratégica en cualquier cartera de inversión. “En España estamos un poco lejos de nuestros países vecinos en Europa, donde la inversión sostenible pesa un 40%  pero, sin lugar a dudas, el futuro pasa por tener ingresos sostenibles”. 

En Fidelity hablan de la necesidad de un capitalismo más sostenible en este nuevo órden económico “que hará que todas las compañías se enfoquen en mejorar eso puntos de gestión a través de la sostenibilidad. Y, aunque es pronto para analizar los resultados, hay buenas previsiones y será a futuro cuando veamos los mejores resultados”. 

Una asignación estratégica a este tipo de inversiones en cartera podría ser a través del BMO Responsible Global Equity, primer quartil a 1-3 y 5 años, este año bate al índice de referencia y también tiene una versión de mercados emergentes, el BMO Responsible Global Emerging Markets. 

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