La seguridad del sistema alimentario es un desafío para el mundo en general y no sólo para los países en vías de desarrollo. El mundo experimenta una reducción de recursos naturales, intensificando el desafío de proporcionar alimentos saludables, nutritivos y al alcance de una población en crecimiento, y a la vez reducir las emisiones de gases efecto invernadero y con ello, reducir el daño ambiental.

La industria alimentaria ha comenzado a responder con mayores opciones de proteína vegetal y mejorando sus cadenas de suministro. Las grandes marcas también participan en esta acción de la biodiversidad o comida saludable. Un ejemplo es Unilever, que tiene objetivos de ventas anuales en alimentos de origen vegetal; o Tesco que anunció el objetivo de vender 300% más de alternativas a la carne de origen vegetal para 2025. Pero por el lado del consumidor es probable ver que cada vez presten mayor confianza a las marcas nuevas de la “ecocultura”, es decir, comer bien en beneficio de un planeta más saludable.

El sector alimentario representa alrededor del 30% del consumo total de energía en el mundo y representa alrededor del 22% de las emisiones totales de GEI. Los sistemas alimentarios energéticamente inteligentes también son “climáticamente inteligentes” según el informe de la FAO. Estos sistemas ayudan a mitigar el cambio climático al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

La innovación ayuda a mejorar la calidad y sostenibilidad de los alimentos que consumimos, y esas empresas son en las que invierten algunos fondos de inversión, como se analizarán a continuación. Dos de ellos de gestión activa y una oportunidad en gestión pasiva:

En la parte de gestión pasiva está el ETFRize Sustainable Future of Food, cuyo código/ticker es FOOD, pionero en la temática en Europa, ofreciendo a los inversores tener exposición a empresas que están innovando en toda la cadena de valor alimentaria. Busca proporcionar resultados que correspondan con el índiceFoxberry Tematica Research Sustainable Future of Food. Los activos superan los 48,5 millones de dólares, con una ratio de gastos de 0,45% y fue creado en agosto de 2020. Según la última información, tiene 44 posiciones, entre las que destacan la americana Deere (más conocida como John Deere), que es un reconocido fabricante de maquinaria agrícola y que ha alcanzado una rentabilidad superior al 85% en un año; la suiza Sig Combibloc especializada en tecnología de embalaje (+47% en un año); Beyond Meat (+45%) cuya sede está en Los Ángeles y produce alimento sustitutivo de la carne; otra californiana Calavo Growers, empaca y distribuye aguacates y otras frutas y alimentos frescos que ha tenido un comportamiento plano en un año; la japonesa Euglena que cultiva y aprovecha un tipo de microalgas llamadas euglena que puede servir como biocombustible (+13%), entre otras.

En lo que va del año alcanza una rentabilidad del 7,24%, y en torno al 17% desde su lanzamiento:

Pictet Nutrition: Es un fondo de renta variable de gestión activa que invierte en empresas que operan en sectores relacionados con la nutrición, especialmente aquellos que mejoran la calidad, accesibilidad y sostenibilidad de la producción de alimentos a nivel mundial. El fondo puede hacer uso de derivados y productos estructurados para su exposición. Tiene un tamaño que supera los 850 millones de euros. Pictet se caracteriza por se una de las gestoras pioneras en lanzar fondos temáticos y la prueba es este fondo que data del 2009.

El universo de inversión es de casi 370 compaías relacionadas con la nutrición, aunque el fondo está más concentrado de entre 50 a 80 posiciones entre las que destacan empresas como Nestle, Danone, Deer, entre otras, destacando el sesgo a compañías norteamericanas que ponderan el 43,3% y también al sector de consumo defensivo (37,6%), seguido de materiales (18,6%) y consumo cíclico (+16%)

El fondo consistentemente se posiciona muy favorablemente respecto a sus pares, con una rentabilidad alcanzada en 2020 superior al 10% y del 4,2% en lo que va de 2021, con una volatilidad inferior. Según Citywire, tanto a 1, 3 y 5 años se ubica en la primera posición, con una rentabilidad a 5 años que supera el 45%.

Le sigue el fondo DPAM Invest Sustainable Food Trends, que alcanza una rentabilidad del 34,7% a 5 años, aunque en 2020 fue del 3,88%. El patrimonio del fondo es menor al anterior, casi 89 millones de euros. El fondo muestra una volatilidad mayor al anterior en un periodo de 5 años, y una rentabilidad algo menor.

Su cartera es más concentrada que el anterior, con 39 posiciones lo que habla de su grado de convicción en la selección de valores.  En este caso el peso de EE.UU. es de 21,6%, mientras que el de Europa es casi el 60%. Entre sus principales posiciones encontramos a la irlandesa KerryGroup y a CF Industries (productor de fertilizantes agrícolas), ambas con un desempeño plano en el último año; la multinacional holandesa Koninklijke (+24% en un año); el tercer mayor productor de fertilizantes nitrogenados del mundo Nutrien, con un alza del 22% en un año, entre otros.  La selección de valores tiene un estilo más de crecimiento, pero respecto a tamaño más hacia mid y small caps.

Por tener un mejor binomio rentabilidad/riesgo apostamos por el fondo Pictet Nutrition, además tiene unos ratios financieros también muy atractivos.