FCC
En la sesión del pasado jueves asistimos a una revalorización de FCC del 14%. ¿Mero rebote técnico?, ¿información privilegiada?... lo cierto es que la constructora se disparó desmesuradamente sin razón aparente. Hay que tener en cuenta la altísima volatilidad del valor (en un año es del 50%, el doble de volatilidad que el Ibex 35), lo que no lo hace apto para todos los inversores. A pesar de este fuerte espaldarazo a su precio, sobre sus títulos pesa un epitafio que dice en mayúsculas que es “bajista”. Por ello, si de algo sirven estas subidas, sólo será para el corto plazo pues, según Luis Lorenzo, de Difbroker, “esta última subida le llevó a tocar el primer nivel importante de Fibonacci, el 38,2 del tramo desde los 12 a los 6,5 euros en el que se ha movido este año y que coincide con una resistencia en 8,63 euros”. No obstante, “para ver un doble suelo tendríamos que ver un cierre por encima de 8,65 euros, lo que le podría llevar a los 9 y los 11,90, con stop en 8,30 euros”. A lo que sí parece haber ayudado esta fuerte subida es a barrer especuladores bajistas. A finales de junio FCC era de las acciones con más posiciones cortas del Ibex 35 (un 4,34% de su capital según la última revisión de la CNMV el 28 de junio), aunque, según
Roberto Moro, de Apta Negocios, “podríamos ponernos bajistas en FCC pues, 7.5 euros es una zona de resistencia tremenda, no sólo porque es máximo relativo anterior sino, porque supuso un soporte tremendo desde el que construir rebotes importantes”.



En el plano fundamental, la constructora ha sufrido por la mala situación de su mayor accionista, la familia Koplowtiz, así como por el decadente negocio de algunas de sus filiales, como la austríaca Alpine, que en junio se declaró en concurso de acreedores. Alpine ya le había acarreado a FCC unas pérdidas de 420 millones en 2012. Con un agujero de 7.016 millones de euros en sus cuentas, el nuevo vicepresidente de FCC, Juan Béjar, aseguró en la presentación del Plan Estratégico 2013-2015 que FCC reduciría deuda en al menos 2.200 millones este año. Para ello, este ejercicio no pagará dividendo y, además, está realizado importantes desinversiones que le han aportado plusvalías por valor de 285 millones. Pero el problema viene de atrás. Como recuerda Pablo Ortiz, analista del sector de la construcción e infraestructuras de Interdin, “a FCC le ha afectado la pasividad en la gestión durante una serie de años, en los que habría podido hacer más con respecto a operaciones corporativas, ha tardado en reestructurar el balance y también le ha penalizado su mayor exposición al cliente público en España”.


BANCO POPULAR
Queda claro que Banco Popular es una de las acciones más bajistas del Ibex 35. en lo que va de 2013 ha perdido un 17% de valor y, en el último año este porcentaje se eleva al 70%. La macro ampliación de capital de finales de 2012 dejó tocada la acción y, ni si quiera el maquillaje de contrasplit ha dado respiro. Sin embargo, su marcada tendencia bajista tuvo un fuerte tropiezo también la semana pasada al revalorizarse en una sesión en torno a un 6%. No obstante, este estirón no fue más que fruto de la acusada sobreventa que acumulaba en el corto plazo y no da esperanzas de giro. De hecho, según Miguel Rodríguez Bonet, director de Formaciontrading.com, avisa que “el gráfico presenta una pendiente bajista muy marcada, por lo que es mejor no entrar. En todo caso, sería una opción para ponernos cortos”. En este sentido, Gisela Turazzini, co-fundadora de Blackbird, nos propone una estrategia bajista en Popular “buscando posible pull back hacía la zona de soporte perdida en los 2.89 euros por acción con stop loss en 3,01 euros”. La única zona que daría esperanzas para entrar en el valor –sin que quedar anulada por ello su tendencia bajista- “sería por encima de los 2.70/2,72 euros y viendo que empieza a hacer máximos y mínimos crecientes", dice Rodríguez Bonet. (Ver: Popular y Bankia los que más acciones propias acumulan)



Los bajistas sepultan las acciones de Popular en el Ibex 35 y, fuera de él, las agencias de calificación se encargan también de echar tierra sobre la entidad. A finales de junio fue Standard & Poor's la que rebajó en un escalón el rating de Popular, desde 'BB' a 'BB-', y la semana pasada Moody’s siguió el ejemplo degradando su nota dos escalones, de “Ba1” a “Ba3”', dentro del grado de especulación o “bono basura” , por su problemática exposición al crédito empresarial. Es preciso indicar que Popular se encuentra en una situación más débil con respecto al resto de la banca cotizada por su alta exposición a este tipo de crédito. De hecho, el 12% de su cartera de préstamos son créditos refinanciados (14.043 millones) que tendrá que dotar ante las nuevas exigencias del Banco de España.


BANCO SABADELL
Al tantear mínimos históricos la semana pasada quedó claro que era un valor muy bajista. Que no nos engañe la subida del 14% que llegó a experimentar en una sesión, pues, como nos alerta Miguel Rodríguez Bonet, “cuando son valores tan bajistas, suelen rebotar fuertemente y luego vuelven a caer, dejando a mucha gente enganchada”. Lo cierto es que el valor se perfila no apto para invertir: ni largos, ni cortos. Por un lado, “aunque en el corto plazo podríamos ser algo optimistas, es cierto que la zona de 1,60 euros se puede antojar complicada y es su referencia más clara. De superar la zona de 1,6 al cierre marcaría un posible cambio de tendencia. En la parte baja, alrededor del 1,30 buscaría apoyo”, dice Juan Enrique Cadiñanos, jefe de mesa de Hanseatic Brokerhouse. Y por el lado corto también la foto es complicada, ya que “se encuentra muy cercano a mínimos históricos de 1,20 euros y, si no los perdiera, confiaríamos para el largo plazo en una recuperación de la negociación”, dice José Luis García, analista de Difbroker. De hecho, si tiene posiciones bajistas en Banco Sabadell, el experto aconseja que “reaccionar ante síntomas de fortaleza”. (Ver: Sabadell sigue sin ser una buena opción de inversión)
 


Por el lado fundamental, el halo de Moody’s también planea sobre esta entidad, que le ha amenazado con recortar su rating, actualmente en “Ba1”. La agencia alega "preocupaciones respecto al deterioro de la calidad de los activos de la entidad, especialmente los relativos al segmento corporativo, que supone el negocio tradicional del banco". Además, se teme que gran parte de estos créditos son refinanciados, por lo que Sabadell tendrá que destinar más dinero para dotarlos, según las exigencias nuevas del Banco de España, aún pendientes de aprobar.


SACYR
Es el verdadero “Ave Fénix” del selectivo. Desde que en abril rebotara en torno a los 1,30 euros, acumula una revalorización superior al 80%. Vertiginosa subida que, sin embargo, no borra el pasado: “su tendencia de largo plazo sigue siendo bajista”, advierte Rodríguez Bonet. Además, aunque en el corto plazo la tendencia es claramente alcista y está empezando a hacer suelo tras romper los 2 euros, “está entrando en zonas de sobrecompra, por lo que hay que ir acotando el valor mínimo con mínimos. Está haciendo una cuña en 2,10 euros que, si romper por abajo, podría llevarle muy abajo”, alerta el experto, quien cree que “aún le queda rebote a Sacyr, pero no debería perder ese nivel porque podría caer hasta 1,60-1,80 euros”. (Ver: Sacyr, el valor caliente)



Las últimas y descaradas subidas de Sacyr vienen en parte justificadas por fundamentales, en concreto, por las quitas importantes en su deuda promotora que director financiero del grupo, Fernando Lacadena, anunció. La división de promoción de vivienda y suelo de Sacyr supone una deuda de 1.217 millones de euros, equivalente al 14% del pasivo total del grupo y esta quita le ha permitido "ajustar" el precio de sus viviendas a "la actual demanda", según Lacadena. Al hilo, Gisela Turazzini, co-fundadoras de Blackbird, indica que “si Sacyr logra solucionar la incertidumbre que genera la refinanciación de la deuda, mediante quitas o negociaciones positivas respecto al vencimiento de la misma, podrá ganar credibilidad y lograr un impulso que le diera un tirón importante en bolsa”. No obstante, durante 2013 y 2014 Sacyr afronta vencimientos de 1.834 millones. “Esto es un importante problema para una compañía con un beneficio de explotación que ronda los 500 millones‚ es decir necesita 4 años de ganancias para poder hacer frente al vencimiento de la deuda”, explica Turazzini.
Otra incertidumbre que pesa sobre Sacyr es su exposición a Repsol. “Las pérdidas latentes superan los 385 millones de euros y la deuda vence en 2015. De aquí a esa fecha creemos que Repsol, habida cuenta de sus buenos fundamentales, puede revalorizarse un 15% para alcanzar un precio en torno a 19,5-20 euros, precio al que Sacyr saldría de Repsol”, dice Pablo Ortiz. Además, los gastos financieros de esta deuda están siendo cubiertos por los dividendos y, aún teniendo en cuenta el efecto fiscal, la inversión en la petrolera está aportando beneficio neto del orden de 40 millones al año.  No obstante, estos focos de incertidumbres están tapando 3 actividades que aportan gran valor: concesiones, servicios y Testa. Actualmente estas ramas de negocio generan 90-100 millones de beneficio antes de impuestos al año y aportan más del 80% del Ebitda