Nadie daba por hecho que el crecimiento económico en Estados Unidos tuviera una base tan resistente. Ni tan siquiera los ecos del shutdown y el miedo a un default han podido con su inercia.

Así lo demuestra, por ejemplo, el dato de creación de empleo privado en noviembre. El mes pasado se crearon 215.000 nuevos puestos de empleo, fundamentalmente en los sectores de la construcción y la industria.

El dato está muy por encima de la cifra que manejaba el consenso, que había calculado que el mes pasado se podrían haber creado 170.000 millones de puestos de trabajo. Un detalle importante, el verdadero motor de la actividad laboral estuvo en el seno de las pequeñas empresas. (Acceder a nota de prensa)

Pero no ha sido el único dato positivo en la jornada. El déficit comercial de bienes y servicios se redujo el pasado mes de octubre debido al aumento de las exportaciones en este periodo. (Ver comunicado)

Así, el déficit cayó hasta 40.600 millones de dólares, frente a los 43.000 millones del mes anterior. Esto ha sucedido porque las exportaciones crecieron más que las compras del exterior. Es decir, las ventas al extranjero se situaron en 192.700 millones de dólares y las importaciones también aumentaron, aunque algo menos, hasta 233.300 millones de dólares.

Las cifras, además, se completarán hoy con nuevos datos, como los de las ventas de viviendas nuevas. Si los datos económicos siguen en esta línea, quizá los miembros de la Reserva Federal podrían encontrarse ante un dilema en su próxima reunión, la de iniciar el tapering y volver a coger al mercado a contrapié, como ya pasó el pasado mes de septiembre.

El consenso espera que la retirada de estímulos se produzca en marzo, aunque nadie se llevaría las manos a la cabeza si la FED volviera a sorprender.