“Hoy he dormido fatal, me he despertado a mitad de la noche y después no he podido volver a dormir”. Frases como estas solemos escucharlas por la mañana, cuando hablamos con los compañeros del trabajo, con amigos o con familiares. El ruido, el estrés o cualquier otro motivo puede causar insomnio, un trastorno del sueño muy frecuente que puede perjudicar el estado de ánimo de quien lo padece, además de afectar la salud, la calidad de vida y el rendimiento laboral.

El sueño es un proceso fisiológico fundamental para que el sistema nervioso funcione correctamente. La buena calidad de sueño repercute tanto a nivel físico como emocional. Dormir bien fortalece las conexiones neuronales. El hipocampo, el almacén de la memoria, se restaura durante la fase de sueño REM y transforma la memoria a corto plazo en memoria a largo plazo. También el sistema inmunitario se regenera durante el sueño y, el cerebro, cuando está descansado, funciona mejor. Para recargar las pilas del cuerpo, el ser humano necesita entre 7 u 8 horas, aunque esto depende de cada persona.

Estudios recientes indican que entre el 20% y el 48% de adultos en España tiene dificultades para conciliar el sueño, el insomnio es el problema más común. La pandemia causada por el COVID-19 también ha dejado secuelas relacionadas con el sueño en muchos pacientes que han sufrido el virus. Las personas que sufren insomnio están en un estado permanente de “hiperalerta o trastorno de vigilancia durante 24 horas lo que produce al paciente una fatiga continuada” explica el doctor Juan Carlos Percovich, Endocrino de Ruber Internacional Centro Médico Habana.

Durante el sueño, el cuerpo se relaja, lo que facilita la producción de hormonas como la melanina y la serotonina, que ayudan a regular el estado de ánimo, las ganas de comer, el sueño, la digestión, la memoria, el apetito sexual o el comportamiento social. Estas hormonas contrarrestan los efectos de las que produce el estrés: la adrenalina que aumenta la frecuencia cardiaca contrae los vasos sanguíneos y dilata las vías aéreas, y el cortisol, la hormona principal del estrés. Cuando se padece insomnio, aumentan los niveles en sangre de las hormonas del estrés, lo que hace que aumente la tensión arterial y la frecuencia cardiaca.

En el organismo existen diferentes ritmos biológicos que regulan las funciones fisiológicas de forma cíclica, es decir las que necesita el ser humano para seguir viviendo, como alimentarse o respirar, por ejemplo. Normalmente estos sistemas biológicos hacen que se repitan las funciones cada 24 horas, y el más común es el ciclo circadiano del sueño. Este asocia los estímulos de luz al pasar de estar dormido a estar despierto. Dicho de otra manera, existen unos “sincronizadores” externos e internos que equilibran estos ritmos biológicos para que todo funcione correctamente. Cualquier cambio, por pequeño que sea, puede alterar este equilibrio.

En el sistema hormonal, este ritmo circadiano es muy importante ya que “el marcapaso que regula el sueño se encuentra en el tronco del encéfalo y en el diencéfalo y el estímulo mas importante es la exposición a la luz del sol, por eso se utiliza en el tratamiento de los trastornos circadianos del sueño y en trastornos afectivos estacionales” indica el doctor Percovich. Además, la melatonina, que es una hormona que se sintetiza en la glándula pineal, cuya función principal es la de regular los ritmos circadianos “se empieza a secretar por la tarde y hasta las 5.00am, momento en que empieza a disminuir, justo antes de que amanezca, por eso la melatonina, como fármaco, puede ser útil para el tratamiento del insomnio” añade el endocrino.

La falta de sueño hace que muchas hormonas se “alteren” y no cumplan su función correctamente, por ejemplo, “la hormona del crecimiento disminuye su secreción al inicio del sueño, el cortisol aumenta por la tarde durante el insomnio, y la hormona que estimula a la glándula tiroides se intensifica por la falta de sueño. En cuanto a las hormonas sexuales, en el envejecimiento las ondas lentas del sueño se ven reducidas por el poco aumento de la testosterona al inicio del sueño”, explica el doctor Juan Carlos Percovich.

Para evitar complicaciones y problemas mas graves por falta de sueño de calidad, es importante seguir una serie de pautas. Los especialistas aconsejan para unabuena higiene de sueño, acostarse y levantarse cada día a la misma hora; evitar siestas largar e irse a la cama solo cuando se tiene sueño; no hacer comidas copiosas antes de ir a dormir y evitar el alcohol y la cafeína. También es importante mantener la habitación ventilada, sin ruidos y con una luz y una temperatura adecuada para conciliar el sueño; algo de ejercicio por la tarde y, por supuesto, siempre en la medida que se pueda, dejar los problemas fuera del dormitorio, el estrés no ayuda a relajarse antes de dormir.