La grave crisis en la que está sumido el sector de la aviación, debido a que la pandemia del Covid-19 ha reducido los viajes aéreos al mínimo, tendrá repercusiones de gran escala para la financiación del sector, después de que las valoraciones de los aviones se desplomaran el año pasado.

Una de las lecciones que los inversores han aprendido de la última crisis es la de diferenciar más claramente entre los distintos modelos de aviones, visible en las divergentes tasas de depreciación en 2020: una media del 43,9% para los aviones de pasajeros de fuselaje ancho, una media del 23,7% para los aviones de pasajeros de fuselaje estrecho más eficientes, y tan sólo un 7,7% para algunos aviones de carga.

Algunos modelos de fuselaje ancho más antiguos y menos eficientes, como el A340 de Airbus, el A380 y el B747 de Boeing, podrían no volver a volar nunca más, y lo mismo podría pasar con algunos aviones B777-200/300 y A330, lo que se refleja en el desplome del valor de estas aeronaves. Sin embargo, la pandemia ha provocado una fuerte demanda de trasporte aéreo de mercancías, lo que explica la resistencia de las valoraciones de los aviones de carga.

Suponiendo que la recuperación económica se acelere, a medida que se levanten las restricciones a los viajes, los aviones de nueva tecnología, de fuselaje estrecho y de fuselaje ancho, recuperarán parte de su valor perdido. En este sentido, los aviones de fuselaje estrecho de nueva tecnología y los dos modelos de fuselaje ancho de Boeing y Airbus -el B787 y el A350- recuperarán parte de su valor perdido a medida que se recupere el tráfico de pasajeros.

Estos aviones -con motores más eficientes y el uso de otras tecnologías para maximizar el ahorro de combustible- son fundamentales en los planes de las aerolíneas para conseguir unas flotas más ligeras, pequeñas y respetuosas con el medio ambiente. Sin embargo, esperamos que los precios de los aviones de fuselaje estrecho de nueva tecnología, como el A320neo, se recuperen antes que los del B787 o el A350.

Las aerolíneas eliminarán progresivamente los aviones de fuselaje ancho con tecnología más obsoleta, como el A340, el A380 y el B747, así como algunos B777-200/300 y A330.

Las operaciones con modelos de aviones de tecnología antigua tendrán un riesgo crediticio sustancialmente mayor en comparación con las operaciones con aviones de tecnología nueva. El valor colateral de las aeronaves de nueva tecnología protege parcialmente a los inversores en caso de embargo y reventa.

Aunque las valoraciones de mercado de las aeronaves ya no están infladas, es esencial que los inversores las sometan a una prueba de estrés antes de realizar nuevas inversiones. La crisis no ha terminado. El valor de los aviones podría caer aún más si la recuperación económica se retrasa.