En este informe, la gestora francesa explica que un 62% de los inversores de nuestro país se sienten financieramente seguros y lo suficientemente reforzados por las sólidas ganancias bursátiles para asumir más riesgo en sus inversiones, “pero los máximos históricos del mercado y la inusitada tranquilidad del último año no bastan para calmar su miedo a sufrir pérdidas”, explican.

El estudio muestra que aunque los inversores de todo el mundo afirman preferir la seguridad a la rentabilidad (73% en España), hay incoherencias en sus sensaciones, ya que también esperan unas elevadas rentabilidades anuales, una meta que les llevaría hacia activos de mayor riesgo. “Por ejemplo, los inversores españoles señalaron que necesitan una rentabilidad media anual del 10,2% sobre la inflación (9,9% en todo el mundo) atendiendo a cómo se plantean sus objetivos”.

Sin embargo, indican en la gestora que estas expectativas que implican asunción de riesgo “contrasta con un trasfondo de cortoplacismo en el que las pérdidas, incluso a intervalos mensuales, son suficientes para suscitar preocupación entre algunos inversores”.

En este sentido, un 32% de los españoles se preocupa cuando sus inversiones caen entre un 5-7% un mes. Un porcentaje superior al de la media del mundo, que está en el 26%. Estos expertos señalan que menos de uno de cada diez inversores españoles afirma no preocuparse por los resultados a corto plazo, frente al 15% de los inversores en todo el mundo.

Sophie del Campo, directora ejecutiva de Natixis Global Asset Management para la Península Ibérica, Latinoamérica y área US Offshore, señala: «En un mundo donde prima la recompensa inmediata, los inversores deben aprender a mirar al largo plazo. Una gestora activa puede ayudarles a centrarse en sus objetivos a largo plazo mientras les ayuda a gestionar sus emociones y moverse por el entorno actual, donde cada vez es más difícil aportar valor y gestionar adecuadamente el riesgo».

Gráfico Natixis

Quizá por eso más de más de siete de cada diez inversores españoles (71%) están dispuestos a invertir en activos distintos de las acciones y los bonos (70% mundial), pero solo cuatro de cada diez (42%) invierten realmente en activos alternativos (40% mundial).

 

En opinión de Natixis esto ocurre porque existe cierta confusión sobre estos productos, lo que indica que la industria no ha explicado bien las inversiones alternativas. El 76% piensa que estas inversiones tienen más riesgo que las clases de activos tradicionales (66% en todo el mundo) y el 64% piensa que las inversiones alternativas son demasiado complejas para ellos (60% mundial).