El mercado de bonos corporativos de alto rendimiento tiende a funcionar bien en un contexto de crecimiento económico y de evolución macroeconómica positiva, como el que se encuentra actualmente Estados Unidos, que está saliendo de una profunda recesión.

Esta fase del ciclo económico suele ser positiva para la rentabilidad de los bonos de alto rendimiento, dado el crecimiento de los ingresos y los beneficios, así como el desapalancamiento debido a la generación de flujo de caja libre.

Los fundamentales del crédito han mejorado con el repunte del crecimiento del PIB; la cobertura de intereses se ha beneficiado de este periodo de tipos de interés más bajos, y los emisores de bonos de alto rendimiento han podido refinanciar parte de la deuda que vence a tipos más bajos. Los importantes recortes del impuesto de sociedades de la anterior administración estadounidense han sido otro factor positivo. Además, el efectivo en los balances de las empresas es bastante elevado en estos momentos.

Previsiones económicas de consenso en EE.UU.

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Los bonos High Yield tienden a ser menos sensibles al riesgo de tipos de interés

La extraordinaria cantidad de estímulos monetarios y fiscales para apoyar a la economía mundial también ha sido un gran apoyo para los mercados de crédito. El telón técnico de fondo del mercado se ha beneficiado de una dinámica favorable de demanda y oferta durante el pasado año, principalmente debido a la intervención de los bancos centrales (incluidas las compras directas de bonos de alto rendimiento por parte de la Reserva Federal de EE.UU, que dieron lugar a una importante provisión de liquidez, creando un fuerte apoyo técnico para los bonos HY).

Sin embargo, existe la posibilidad de que la política de la Fed se endurezca, a partir de un aumento de la tasa de los fondos federales y/o una reducción de la flexibilización cuantitativa, dadas las perspectivas de un fuerte crecimiento económico y las recientes cifras de inflación del IPC que han sido más altas de lo esperado.

Además, la Fed anunció que reducirá gradualmente la Facilidad de Crédito Corporativo del Mercado Secundario (SMCCF), su programa de préstamos de emergencia lanzado en 2020, con el objetivo de completar la venta de sus tenencias a finales de 2021.

Sin embargo, esto afecta menos al mercado de bonos corporativos de alto rendimiento que al de bonos corporativos con grado de inversión (IG), ya que los bonos HY tienden a ser menos sensibles al riesgo de tipos de interés dado el perfil de duración más corto del mercado.

Además, el rendimiento corriente relativamente más alto de los HY proporciona un mayor amortiguador contra el impacto negativo en el rendimiento del capital de cualquier ampliación de los diferenciales de crédito y/o el aumento de los rendimientos del Tesoro estadounidense.

Comparación del mercado de bonos corporativos de EE.UU.

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Aumentan los emisores con calificación BB

Los diferenciales de crédito del mercado de bonos HY en general se han estrechado significativamente desde marzo de 2020, y es difícil prever un mayor endurecimiento significativo a partir de ahora. Sin embargo, una simple comparación de los diferenciales de crédito actuales con los niveles históricos ignora el hecho de que la calidad crediticia general del mercado de bonos de alto rendimiento ha mejorado con el tiempo.

Más del 50% del mercado de bonos HY tiene ahora una calificación BB. Ha habido un aumento en la emisión de emisores con calificación BB, pero más recientemente, también ha habido varios ángeles caídos (1) como resultado del daño económico provocado por la pandemia.

Además, el aumento de los impagos durante 2019 y 2020 ha supuesto que los emisores del segmento de menor calidad crediticia hayan incumplido y salido del índice, contribuyendo así a la mayor calidad crediticia general del mercado de bonos HY más amplio.

(1) Un ángel caído es un bono que ha sido reducido a la categoría de basura porque su emisor ha caído en problemas financieros. 

Peso de la calificación BB en el mercado de bonos de alto rendimiento

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La relación entre los diferenciales de crédito de los emisores corporativos estadounidenses con calificación BB y BBB sigue siendo elevada, lo que indica un atractivo valor relativo del alto rendimiento frente al grado de inversión en general.