El grupo de acreedores de Celsa ha presentado este lunes en los juzgados de Barcelona un plan de reestructuración para reducir la deuda de la compañía en 1.291 millones de euros, con lo cual se quedarían con el 100% del grupo, que acumula una deuda de unos 2.800 millones de euros, informan en un comunicado este lunes.

Según han concretado fuentes de los acreedores a Europa Press, el plan incluye transformar el préstamo convertible de 1.291 millones en acciones --mediante la capitalización de la deuda convertible y parte de la deuda jumbo--, y extender los vencimientos del resto de la deuda cinco años.

Los acreedores han explicado que están comprometidos en mantener el centro de operaciones de la empresa en España y en asegurar el empleo de todo el grupo, y han lamentado que esta propuesta llega en un contexto en que la empresa no ha hecho ningún "intento razonable de llegar a un acuerdo comercialmente aceptable" con ellos.

Por otra parte, fuentes de la compañía han asegurado a Europa Press que los acreedores emprenden esta acción con el objetivo de aumentar su incidencia en la negociación que mantienen con la empresa --negociación "que sigue viva"-- y han remarcado que sí han presentado propuestas viables.

Y han insistido en que la empresa sigue apostando por llevar a un acuerdo para reducir su pasivo, de forma que pueda acceder a los 550 millones de euros de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), algo que evitaría la necesidad de que los fondos se queden con la compañía.