De San Lorenzo de El Escorial a Morata de Tajuña o Daganzo, la Semana Santa es una excusa perfecta para recorrer la Comunidad de Madrid para reencontrarse con esa realidad que rodea el centro urbano de la capital de España.

Muchas localidades apenas han cambiado la esencia de sus costumbres centenarias; otras han optado por introducir matices contemporáneos con los que reavivar el interés por unos actos litúrgicos que siempre llevan aparejados festejos más populares, sobre todo en torno a los platos de cuchara.

En Alcalá de Henares, por ejemplo, la Semana Santa se celebra desde el siglo XVI y es Fiesta de Interés Turístico Regional desde 2004. Cada una de las once cofradías de la ciudad de Cervantes (nueve de Penitencia y dos de Gloria, algunas fundadas en el siglo XVI y otras ya en el XX y el XXI) organiza su propia procesión por el centro histórico de la ciudad complutense, Patrimonio de la Humanidad desde 1998. Sólo la procesión del Domingo de Ramos es conjunta, organizada por la Junta de Cofradías, y presidida por la talla de La Borriquilla. Otra de las mejores procesiones de la Semana Santa en Madrid es la que organizan la hermandad alcalaína del Cristo de las peñas de las fiestas, que saca la imagen del Cristo de la Columna de la Carmelitas de la calle Imagen, uno de los lugares cervantinos de Alcalá de Henares. En su procesión, entran en el Colegio Mayor de San Ildefonso, sede de la Universidad de Alcalá de Henares fundada por el Cardenal Cisneros.

Pasiones centenarias y recientes

La Pasión de Chinchón –cuya Plaza Mayor figura entre las más bonitas de España– se celebra desde 1963 y está considerada como la más antigua de Madrid. Más de 250 chinchonetes reviven desde la Última Cena –que se escenifica en un balcón del Ayuntamiento– hasta la Oración de Jesucristo en el huerto, el Prendimiento, las caídas y la Crucifixión, Muerte y Resurrección, junto a la iglesia de la Asunción. En total, ocho escenas que se celebran al anochecer del Sábado Santo y que se consideran Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1980.

Aunque quien busque procesiones antiguas en Madrid, tendrá que acudir a la del Encuentro de Móstoles, centenaria y singular por los arcos de romero yq eadornan y ambientan esta ciudad del Sur de la Comunidad, que se celebra cada Domingo de Resurrección.

En Carabaña, donde más de 200 vecinos hacen posible que la Pasión de Semana Santa se represente cada Viernes Santo desde 1998 y esté ya considerada de Interés Turístico Cultural.

Semana Santa en 360 grados

Tampoco desmerece el interés de los daganceños por su Semana Santa –Fiesta de Interés Turístico Regional– que se distingue por una escenificación de 360 grados, ya que dividen la Plaza Mayor de Daganzo en distintas escenas para que el público asistente puedas disfrutarlas todas sin moverse del centro de ese espacio.

Otro escenario singular para la Semana Santa es el castillo de Villarejo de Salvanés, del siglo XV, donde cada Jueves Santo se desarrolla una Pasión Viviente declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.

Bendiciones y ciclos musicales

En Morata de Tajuña, cerca de 500 personas representan la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Los orígenes de esta Pasión Viviente se remontan a los autos sacramentales de los siglos XVII y XVIII y hoy en día es la única Pasión de la Comunidad de Madrid que cuenta con Bendición Apostólica.

Además, la Semana Santa de Morata de Tajuña ofrece actividades paralelas de carácter lúdico y cultural, como el Mercadillo Hebreo Tradicional o ciclos de música sacra.

Algo parecido sucede en San Lorenzo de El Escorial, donde los conciertos y ciclos musicales respaldan las procesiones de sus 30 hermandades, cuyas raíces se hunden en los tiempos de Felipe II y que configuran una Semana Santa considerada, a día de hoy, Fiesta de Interés Turístico Regional.

 

Semana Santa

 

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