La inversión china en España ha aumentado en 2021 un 90% respecto al año anterior, hasta los 700 millones de dólares (620 millones de euros) frente a los 370 millones dólares (327 millones de euros) de 2020, o los 80 millones de dólares (70 millones de euros) de 2019.

Los datos que se desprenden del estudio publicado por Baker McKenzie revelan también que el aumento de la inversión de las compras chinas en España se debe principalmente a dos operaciones anunciadas por la compañía eléctrica china Three Gorges respecto a la adquisición de diversos activos renovables.

En computo global, los inversores chinos llevaron a cabo transacciones durante 2021 un 26% mayores en 2021 respecto al año anterior, con un valor de 24.000 millones de dólares (21.262 millones de euros) frente a los 19.000 millones de dólares (16.833 millones de euros) que habían invertido en 2020, año en el que se registró el nivel más bajo en la actividad inversora china a nivel global desde 2008.

Además, la Inversión Extranjera Directa (IED) de China hacia el exterior en 2021 se mantuvo estable en comparación a 2020, lo que contrasta con el fuerte repunte de los flujos de IED mundiales. De esta manera, en los últimos cinco años China ha descendido su "apetito inversor".

La socia de M&A de Baker McKenzie, Maite Díez, ha explicado esta situación principalmente por "las trabas regulatorias cada vez más notables en determinadas regiones y sectores", lo que está haciendo que la inversión del gigante asiático se mueva a países latinoamericanos. Desde el despacho se ha señalado también a los obstáculos que el Gobierno de Pekín había puesto al capital saliente.

Pese a ello, Europa ha liderado en 2021 la recuperación de la actividad inversora china con más de 8.400 millones de dólares (7.438 millones de euros). Por detrás le siguen Asia y Norteamérica, con 4.800 millones de dólares (4.250 millones de euros) y 4.700 millones de dólares (4.162 millones de euros), respectivamente.

Sin embargo, las fusiones y adquisiciones en América Latina han pasado de casi 300 millones de dólares en 2020 (265 millones de euros) a 3.000 millones en 2021 (2.656 millones de euros), lo que demuestra el fuerte crecimiento del interés chino en la región.

"Las crecientes tensiones comerciales China-UE pueden suponer un contratiempo que podría tener consecuencias a la hora de que las compañías españolas sigan siendo atractivas para el capital proveniente de China", ha destacado Díez.

DISMINUYE LA INVERSIÓN EN TECNOLOGÍA E INMOBILIARIA

La actividad de las compañías chinas en el sector tecnológico se ha reducido a medida que los reguladores extranjeros han aumentado el escrutinio normativo. Simultáneamente, China se ha centrado en la creación de alternativas nacionales.

Así, la inversión en el sector de las TIC por parte de empresas chinas en Europa ha disminuido de 8.000 millones de dólares en 2016-2017 (7.087 millones de euros) a 3.000 millones de dólares en 2020-2021 (2.657 millones de euros).

Por otro lado, las inversiones inmobiliarias también se han ralentizado, con una caída de 150.000 millones de dólares en 2015-2017 (132.892 millones de euros) a solo 3.000 millones de dólares en 2019-2021 (2.657 millones de euros).

AL ALZA LOS PRODUCTOS DE CONSUMO, EL ENTRETENIMIENTO Y JUEGOS DE AZAR

Los productos y servicios de consumo han representado el 41% del valor total de las operaciones de inversión en el exterior chinas en 2021, frente al 22% de 2020. Asimismo, el juego 'online' se ha convertido en un objetivo especialmente atractivo para los inversores.

Asimismo, el sector energético ha experimentado un repunte de interés, impulsado por la demanda de nuevos materiales para los vehículos eléctricos, así como por la transición hacia las energías limpias.

Las empresas mineras chinas han comprado activos de extracción y procesamiento de litio y cobalto en países de América Latina y África, valoradas en más de 7.000 millones de dólares (6.201 millones de euros). También han adquirido empresas y activos relacionados con energías limpias en Chile, México, Brasil y España.