La Dirección General de Tributos, dependiente del Ministerio de Hacienda, ha determinado que la rentabilidad del 'staking' de criptomonedas está sujeta y exenta del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), dado que ese retorno es "el resultado de la propia cesión de las criptomonedas".

Así lo ha destacado el organismo en respuesta a la consulta de una entidad que presta servicios relacionados con las criptomonedas, como la custodia, la compraventa y el 'staking'.

Tributos define 'staking' como una alternativa a la minería para la generación y validación de bloques: "en lugar de generar estos bloques mediante computación, se requieren validadores que dejan bloqueados en depósitos sus monedas para así poder ser aleatoriamente seleccionados por el protocolo, en intervalos concretos, para crear un bloque, lo que les genera rentabilidad".

Asimismo, añade que en esta modalidad de inversión, los titulares de criptomonedas "utilizan sus propias monedas digitales para actualizar la cadena de bloques y, a cambio, reciben una retribución. El inversor utiliza sus criptomonedas para colocarlos a disposición del sistema y contribuir al funcionamiento de una red blockchain".

Los servicios como proveedor de 'staking' de criptomonedas también están sujetos, pero no exentos del pago de IVA, al no tener naturaleza financiera, sino que las "las plataformas posibilitan a los titulares de las criptomonedas utilizar sus activos digitales para obtener recompensas del proceso de 'staking'".

El servicio de custodia de criptomonedas también está sujeto y no exento del IVA, ya que la DGT tampoco considera que tenga naturaleza financiera, mientras que la compraventa de estos activos suponen operaciones de divisas que están sujetas y exentas del impuesto.

"La realidad es que hay mucho desconocimiento entre nuevos inversores en cómo proceder en la declaración de su posición en activos digitales, y como consecuencia, no toman ninguna acción", explicó en un comentario remitido a Europa Press hace unos meses el responsable de Bitpanda en España, Alejandro Zala.

Este desconocimiento es aún más preocupante si se tiene en cuenta que España es ya el tercer país por número de inversores en estos activos con 4 millones, solo por detrás de Turquía y Rumanía, y se espera que el mercado siga creciendo, ya que un 32% espera invertir en ellos y un 38% cree que son el futuro de los pagos, según datos de ING.