La Asociación de Transportes Públicos Urbanos y Metropolitanos (ATUC) ha estimado un sobrecoste de 1.367,5 millones de euros derivado tanto de las restricciones a la movilidad por el coronavirus como de los altos precios de la energía.

El sector cuenta con un volumen total de negocio de 5.000 millones de euros, por lo que este sobrecoste tendría un impacto del 27% en la facturación global, según informa ATUC, organización representada en el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC).

Por un lado, la pandemia ya provocó pérdidas en 2020 de 1.082 millones de euros y, en 2021, el número de viajeros todavía era un 32% inferior al de 2019. Para 2022, la ocupación media continuará al 85% respecto a antes de la pandemia, lo que se traducirá en unas pérdidas por vehículo de 32.000 euros.

Por otro lado, el alza descontrolada de los precios de la energía ya está generando un sobrecoste en el sector de más de 700 millones de euros, de los que 207 millones corresponden a los autobuses y 495 millones a los trenes cercanías, tranvías y metros.

Por todo ello, ATUC demanda al Gobierno medidas como la indexación del coste de la energía a los contratos de concesión, ayudas directas y subvenciones para los carburantes, un tratamiento similar al de las industrias electrointensivas y la reducción de impuestos.

"El impacto de la crisis sanitaria continúa generando unos costes adicionales, que, unidos a la extraordinaria subida del precio de la energía, está provocando graves problemas económicos para un servicio público que, no olvidemos, es el único que garantiza en nuestras ciudades la plena accesibilidad a un derecho tan básico como es el de la movilidad de toda la ciudadanía en igualdad de condiciones", señala el presidente de ATUC, Miguel Ruiz.