Los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, han lamentado que la CEOE "no haya apoyado" la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) a 1.000 euros, una posición que no ven "coherente", toda vez que ven un "hito" poder llegar a los 1.000 euros "en ese camino hacia el 60% del salario medio en España que conseguiremos en el año 2023".

Así, y a preguntas de los periodistas en Sevilla sobre si han mantenido contactos con la CEOE tras el rechazo a la subida del SMI a 1.000 euros, Sordo ha señalado que "no ha hablado" con la patronal porque "no ha dado tiempo", toda vez que ha lamentado de que la CEOE "no haya apoyado" esa subida.

"Lo lamentamos porque no nos parece una posición coherente", puesto que la organización de empresarios "ya pactó con CCOO y UGT en 2018 que los convenios colectivos recogieran para el 2020 los 14.000 euros como salario mínimo de convenio", ha indicado Sordo.

Por tanto, "no parece muy coherente con ahora negarse a algo que es de justicia y de sentido común, que nadie en España pueda trabajar por menos de 14.000 euros al año y ojalá si esto se trasladara al conjunto de los convenios colectivos, el SMI volviera a afectar marginalmete a la gente", ha apuntado Sordo. "No se trata de que el SMI llegue a 1.000 euros y que afecte a 1,8 millones de personas, se trata de que suba al 60% de la media salarial y si puede ser que no afecte prácticamente a nadie porque los salarios de convenios sean más altos que el SMI", ha añadido.

"Esto es de justicia y también una cuestión de eficacia económica", ha destacado, para añadir que "estamos demostrando que la subida del SMI no destruye empleo sino que lo crea y estamos rompiendo mucho de los dogmas que el neoliberalismo viene pronunciando desde hace años".

"No es de recibo alguna declaración de la derecha política y económica, no es de recibo escuchar que se sube el SMI por motivos electoralistas", ha lamentado Sordo, quien ha indicado que el SMI se sube a primeros de año "porque es cuando toca, y si alguien quiere adelantar las elecciones en Castilla y León cuando le viene bien, para no se sabe muy bien qué, a lo que no puede aspirar es que el resto dejemos de cumplir con el deber que nos da la Constitución, que es garantizar a primeros de año que la gente tiene salarios dignos".

"El que está fuera de onda es el que adelanta las elecciones cuando no toca y el que está en onda es el que negocia el SMI cuando toca", ha añadido.

Por su parte, Pepe Álvarez ha calificado de "extraordinariamente importante" el acuerdo firmado ayer, y "de una manera muy especial para los andaluces", ya que el sector de la agricultura y el sector servicios "se verán afectados de manera extraordinariamente positiva", al tiempo que ha añadido que "es un hito poder llegar a los 1.000 euros en ese camino hacia el 60% del salario medio que conseguiremos en el año 2023".

"Hay voces en la patronal que contradictoriamente con lo que dicen en otras ocasiones querrían un SMI específico para Andalucía", ha manifestado Álvarez, quien ha añadido que "creemos que el SMI tiene que tener ese carácter estatal y de escoba para todos los trabajadores que se han quedado fuera de su convenio colectivo o su convenio colectivo es muy bajo".

El dirigente sindical ha abundado en que "especialmente tiene interés la aplicación del SMI en Andalucía", al tiempo que ha afirmado que "si los empresarios de este país hubieran cumplido con los compromisos firmados en 2018, hoy no tendríamos ningún convenio colectivo en ningún lugar de España por debajo de los 1.000 euros de salario, pero como no han cumplido ahora lo tendrán que hacer porque el SMI es de obligado cumplimiento".

"NO HAY QUE OBVIAR LA PRESIÓN POLÍTICA SOBRE LA PATRONAL"

Cuestionado sobre si la patronal se sumará finalmente, Álvarez ha aclarado que el SMI "no es como el acuerdo de la reforma laboral o las pensiones, tiene otras características", toda vez que ha añadido que "tenemos que acostumbrarnos a que no siempre todos vamos a estar de acuerdo" y que firmar el SMI "comportaba para ellos aceptar más de lo que van a querer poner encima de la mesa en las negociaciones y tampoco hay que obviar la presión política que hay sobre la patronal para que no firme".

"Creo que la vida política está intentando crispar tanto la situación que ni siquiera son capaces de saludar los acuerdos tripartitos entre empresarios y sindicatos", ha manifestado, y ha agregado que "el espectáculo que vimos en el Congreso demuestra hasta qué punto este país es un país poco serio".

"Creo, por tanto, que para la CEOE hay presiones absolutamente inaceptables, pero que están pasando en unos momentos en el que al país le sobre crispación y le faltan acuerdos", ha señalado.

Por último, Álvarez ha felicitado al Gobierno por cumplir y le ha pedido que cumpla en el 2023 y que suba el salario al 60% del salario medio.