¿Cómo se crea esta herramienta?

Nacho se dedicaba a las energías renovables. Estaba en el sector y trabajaba para fondos de inversión. Veía como los fondos estaban invirtiendo en activos muy rentables y seguros, porque al final hay un inmueble detrás que garantiza tu inversión. Y estaban obteniendo buenas rentabilidades por ello, pero veía que los partícipes de los fondos de inversión debían permitirse invertir 100.000 euros en energía renovables. Vimos que estaba un poco fuera del alcance de los pequeños inversores. En paralelo conocíamos el crowfunding. Y dijimos por qué no lo aplicamos a las energías renovables. Vimos que esto estaba funcionando en otros países y que en España  no se había lanzado todavía. Nos decimos a intentarlo nosotros y hasta hoy.

El primer proyecto que lanzasteis cubrió la financiación en un día...

Es verdad que era una instalación muy pequeña. Eran solo 42.000 euros pero fue todo  un éxito. De hecho, la ronda estaba abierta por 30 días y solo hizo falta menos de 24 horas para cerrar el proyecto.

¿Qué perfil tienen los clientes y los promotores?

El inversor puede invertir desde 500 euros. Si no es un inversor acreditado, pueden invertir máximo 3.000 euros por proyectos y hasta 10.000 euros al año en el conjunto de proyectos. Buscamos inversores que no solo busquen una rentabilidad del activo. Nosotros buscamos proyectos cuya rentabilidad está por encima del 7% para los inversores. Pero además buscamos que sea gente que quiera ahorrar de una forma diferente. Que quiera generar un impacto positivo con su dinero. Invirtiendo 12.500 euros a través de la plataforma, neutralizas tu huella de carbono.

Por el otro lado está el promotor. Son normalmente empresas instaladoras de energía renovables, que buscan dar una alternativa de financiación a sus proyectos. El mercado de energía renovable se ha reactivado mucho en los últimos años. Ha despertado y lo ha hecho para quedarse. Pero al haber tanta oferta, fondos de inversión y bancos están centrados en grandes proyectos, con lo cual, nosotros buscamos dar una solución a proyectos más pequeñas. De hasta 5Mw, que vienen a ser unos 4 millones de euros de inversión.

Pero me imagino que también con ciertas garantías de rentabilidad y de eficiencia que cuadren los números como negocio. ¿Cómo hacéis la selección de los proyectos?

Al final la gran mayoría de proyectos, es verdad, que no encajan porque la final buscamos quedarnos con los mejores. Buscamos proyectos que den rentabilidad por encima del 7%. Ese es el primer requisito. Una vez que el proyecto puede entrar en ese rango, empezamos a analizar toda la parte técnica. Ahí aportamos mucho valor Nacho y yo, porque somos ingenieros de caminos. Y luego también en toda la estructuración legal. El inversor entra a formar parte del capital social de la sociedad vehículo dueña del proyecto en el porcentaje igual al que invierte. Esto tiene que estar muy bien estructurado para que la sociedad sea perfectamente gobernable y que no se note que hay 500 socios.

Todo esto lleva por encima la lupa de la CNMV, que ha tardado más de un año en daros el Ok para poder operar...

Es verdad que la autorización de la CNMV ha sido un dolor de muelas porque te piden muchas cosas. Pero luego, cuando estás autorizado, lo entiendes. Al final ellos son el paraguas que regulan todos estos negocios financieros. Han tardado 13 meses en autorizar. Es un proceso que afortunadamente ya hemos pasado y ahora a financiar proyectos, siempre debajo de ese paraguas, que da muchas garantías al inversor.

¿Qué limitaciones os pone la CNMV para operar?

Tenemos que tener una entidad de pago que gestiona los fondos. Nosotros nunca tenemos acceso al dinero. Nunca está en nuestra mano. Es la entidad de pago, que está acreditada por el Banco de España, quien la gestiona. Esa es la premisa principal. Luego, tienes que acogerte muy bien al plan de actividades que tú has autorizado y ceñirte a él. Tenemos también unos límites de inversión máximos y mínimos. Por proyecto, podemos captar máximo dos millones de euros de fondos propios. Y luego, por política de protección del inversor minorista, limitamos la inversión al máximo el 10% de un proyecto. Por ejemplo, si sacamos un proyecto de 500.000 euros no se puede  invertir más de 50.000. Creemos que eso va en defensa de quien invierte solo 500 o 1.000 euros.

Tenéis un proyecto ahora abierto en Francia...

Todo lo que sea Comunidad Económica Europa, tenemos autorización para captar tanto inversores como promotores. Es un proyecto fotovoltaico de 128.000 euros. Esta´en Perpignan, es de las mejores zonas de Francia de Sol. Faltan menos de 30.000 para cerrar la ronda, que se cierra en menos de 15 días.

¿Qué más tenéis en estudio? ¿Se puede contar?

Tenemos mucho proyecto de autoconsumo fotovoltaico aquí en España, que lo financiamos con fórmula Esco. Esto es una fórmula muy extendida en el mundo de la eficiencia energética, que es con lo que se ha cambiado las luminarias de todos los ayuntamientos. Tú tienes una oportunidad de inversión que te va a suponer un ahorro energético pero no quieres hacer esa inversión. La inversión la hacen los inversores, que se quedan una gran parte de ese ahorro entre 10 y 15 años y al término de esos años, se le regala la instalación al consumidor para que la aproveche hasta el final de su vida útil, que está en entre los 30 y los 35 años. Entonces, eso es una cosa que gusta mucho a los consumidores, porque no tienen que hacer una inversión inicial. De esos tenemos muchos. Se están moviendo muchos en España. Estamos empezando a mover proyectos que van a mercado, es decir, que vende su energía directamente a la red. Es la CNMC quien  te paga la energía. De estos, tenemos unos 10 proyectos. Estamos analizando y estructurando también porque para ellos hay que pedir financiación bancaria. Una vez que la tengamos estrcutrudara., sacaremos esos proyectos.

¿Son proyectos en general que ya tienen andadura o son proyectos que van a nacer?

Son todo instalaciones de nueva construcción. El mundo de los proyectos que llevan construidos 10/12 años están muy copados por los fondos de inversión, que se dedican a refinanciar la deuda y sacan buenas rentabilidades de ello. Nosotros no tenemos esa capacidad y nos dedicamos a proyectos de nueva construcción, que tiene ciertas virtudes, porque al final, puedes obtener beneficios fiscales en los primeros años de vida de la sociedad. Potenciales más altos porque ahora se construye mucho más barato. Los costes se han reducido mucho y ya son rentables sin prima, que es una cosa que daba miedo de las energías renovables aquí en España. Ahora van todos sin primas y son rentables.

¿Qué objetivos os marcáis?

Europa exige un 32% de consumo de energía renovable en España antes de 2030. Eso significa que se van a tener que invertir unos 100.000 millones en la próxima década. Las energías renovables han vuelto y lo han hecho para quedarse. Creo que los inversores  jóvenes son un público muy nuestro. Al final estamos muy concienciados de que no hay un planeta B. Si queremos parar las cosas a tiempo y mitigar los daños tenemos que actuar ya. Qué mejor forma de hacerlo que poner a producir tu dinero en una iniciativa que está contribuyendo a ese impacto positivo.