La Comisión Europea ha informado este jueves de que no prorrogará más el marco temporal adoptado durante la pandemia de coronavirus para flexibilizar las normas sobre ayudas de Estado y permitir a los gobiernos dar apoyo a las empresas más vulnerables a esta crisis, por lo que este esquema expirará el próximo 30 de junio para la mayoría de instrumentos permitidos.

Bruselas ha indicado además que se mantiene la eliminación progresiva por lo que los Estados miembro podrán establecer medidas específicas de apoyo a la inversión hasta el 31 de diciembre de 2022 y para la solvencia hasta el 31 de diciembre de 2023.

En un comunicado, la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario responsable de Competencia, Margrethe Vestager, ha destacado que la flexibilidad haya permitido a los gobiernos europeos ofrecer durante la pandemia un apoyo "adecuado, específico y proporcionado" a las empresas más vulnerables sin por ello perjudicar las reglas del Mercado Único.

"Quisiera hacer hincapié en que la eliminación gradual será progresiva y coordinad, y que las empresas afectadas no se verán excluidas de repente de las ayudas necesarias", ha dicho Vestager

Hasta la fecha, Bruselas ha examinado más 1.300 medidas notificadas por los Estados miembro en el contexto de la pandemia y ha dado su vito bueno a cerca de 950 de ellas, con un valor total estimado de más de tres billones de euros.

Con todo, el Ejecutivo comunitario precisa que no todas las ayudas aprobadas se tradujeron en ayudas realmente gastadas y estima que entre marzo de 2020 y junio de 2021, de los más de tres billones de euros en ayudas aprobadas, se gastaron en realidad alrededor de 730.000 millones de euros.

La Comisión considera ahora que tras dos años de grave crisis sanitaria la situación se ha estabilizado -tanto en número de contagios como en niveles de vacunación--, lo que ha permitido el levantamiento progresivo de las restricciones y, por ende, iniciar la recuperación de la economía europea.

En este marco, Bruselas considera que no es necesario prorrogar de nuevo esta flexibilización específica, creada en marzo de 2020 y prorrogada desde entonces en varias ocasione, la última el pasado noviembre.

Además, Vestager ha recalcado que el marco temporal "ya prevé una transición flexible", concretamente en el caso de las opciones de conversión y reestructuración de instrumentos de deuda (por ejemplo, garantías, préstamos, anticipos reembolsables), hacia otras formas de ayuda, como las subvenciones directas, hasta el 30 de junio de 2023, con salvaguardias claras.

"Estamos dispuestos a facilitar todas las orientaciones y el apoyo necesarios a los Estados miembros durante la eliminación progresiva. La Comisión seguirá de cerca la evolución futura y volverá a actuar rápidamente si surge la necesidad", ha concluido la vicepresidenta comunitaria.