El Banco de España ha alertado este miércoles de que el intenso aumento de los precios de la energía registrado en 2021 y en la parte transcurrida de 2022 podría comprometer la capacidad de repago de las deudas de los hogares de rentas bajas.

Así se desprende del 'Informe de Estabilidad Financiera' publicado este miércoles por el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos, en el que se advierte de que la persistencia de la inflación en niveles elevados está erosionando la renta de las familias y también esta restando dinamismo a la recuperación de su consumo.

Según alerta el Banco de España, las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania intensificarán y prolongarán el aumento que venía observándose en los precios energéticos y de otras materias primas antes de la invasión, lo que afectará a las decisiones de consumo e inversión de familias y empresas y limitará el crecimiento económico.

Además, ha avisado de que si las presiones sobre los costes de las empresas acaban trasladándose plenamente a los precios finales, las mayores demandas salariales podrían desencadenar efectos de segunda ronda de una intensidad notable, lo que se traduciría en un repunte inflacionista más acusado y más prolongado que el anticipado hasta ahora.

"Si bien la moderación de la actividad derivada del conflicto podría reducir las presiones inflacionistas en el medio plazo, la magnitud y persistencia del incremento de la inflación ya observado en el corto plazo aumenta los riesgos de materialización de los efectos de segunda ronda sobre los salarios y sobre los márgenes empresariales", advierte el organismo en su informe.

Aunque la exposición directa comercial y financiera de España a Rusia y Ucrania es muy reducida, el Banco de España recuerda que algunos de los principales socios comerciales en la UEM están más expuestos a ambos países, por lo que una caída de su demanda podría lastrar las exportaciones españolas.

En sentido contrario, otros factores actuarán de soporte para el crecimiento económico, como la liberación parcial de la bolsa de ahorro generada por las familias durante la pandemia, el desarrollo de los proyectos vinculados al 'Next Generation EU' (NGEU) y cierta normalización de los ingresos turísticos.

EL ELEVADO ENDEUDAMIENTO, ENTRE RIESGOS PARA LA ECONOMÍA

Entre los principales riesgos que enumera el Banco de España para el sistema financiero español destaca el incremento de los riesgos geopolíticos, unos niveles de inflación más elevada y persistente, la evolución de la pandemia, la debilidad financiera de ciertos segmentos de hogares y empresas o el elevado endeudamiento público.

Sobre los elevados niveles de déficit y endeudamiento público, el Banco de España ha advertido de que este factor hace a la economía española vulnerable al deterioro de las condiciones de financiación y limita el espacio fiscal para reaccionar ante la materialización de nuevos riesgos. En particular, señala que esta vulnerabilidad se puede hacer más evidente en un contexto de elevada incertidumbre como el actual, en el que se pueden producir episodios de aversión al riesgo asociados a deterioros adicionales de la situación geopolítica.

En este contexto, el organismo ha reiterado la necesidad de abordar el diseño de un programa de consolidación fiscal a medio plazo que permita contener y reducir las vulnerabilidades asociadas al alto endeudamiento público, para su aplicación una vez la recuperación sea sólida.

Este programa debería definir de forma detallada los plazos y medidas que serán necesarios para su consecución, poniendo especial énfasis en la composición del ajuste entre los ingresos y los gastos, que resultará clave para determinar su impacto sobre el crecimiento económico.

"Cuanto más se tarde en anunciar medidas que contrarresten el actual déficit estructural y los crecientes gastos por el envejecimiento poblacional, más probable será que los agentes comiencen a desconfiar de la aplicación efectiva de dichas medidas o más probable será la aparición de una nueva perturbación económica negativa, a la que nuestra economía se enfrentaría con una limitada capacidad de maniobra", ha avisado el Banco de España en su informe.

Asimismo, considera que las medidas de estímulo fiscal que se están aprobando para hacer frente a la situación actual deben mantener un carácter selectivo y focalizarse en los agentes más vulnerables y afectados por el incremento de la incertidumbre y de los precios de las materias primas. Además, cree que las reformas estructurales que mejoren el crecimiento potencial de la economía deben ser un complemento fundamental de esta estrategia.