MADRID, 07 FEB. (Bolsamania.com/BMS) .- Muchos son los que se han puesto nerviosos durante las últimas semanas tras las caídas, del 9%, desde los máximos anuales (10.552 puntos). Suele ocurrir que el pequeño inversor, “el de la calle”, que se encontraba a la espera de entrar en el mercado aprovechando cualquier corrección importante, todavía se lo está pensando y no ha entrado. Y ahora que ha estado casi 1.000 puntos por debajo seguramente sigue pensándoselo dos veces por miedo a que todavía pueda corregir todavía más. Al final, pasará lo de casi siempre, que la bolsa comenzará a subir con fuerza y entonces se lamentará de no haber aprovechado las caídas de los últimos días. Muchas veces, por querer apurar y comprar en mínimos, se pierde uno todas las subidas.

Dicho esto, debemos saber que desde el punto de vista “chartista” sigo sin observar nada realmente preocupante. Sí, estamos en “fase de reacción”, o lo que es lo mismo drenando parte de las subidas de los meses previos y esto, aunque muchos no lo vean, es algo sano y necesario. Curiosamente las “divergencias bajistas” semanales nos han estado advirtiendo de que algo no terminaba de carburar bien. De todas formas, aunque es pronto para poder decir que hemos visto lo peor de la fase correctiva, lo importante es tener claro que la tendencia sigue siendo claramente alcista en el medio y largo plazo. Y que independientemente de que podemos corregir (o no) hasta el soporte de los 9.440 puntos (hueco alcista del pasado 19 de diciembre) e incluso buscar cotas inferiores no tiene lógica alguna rasgarse las vestiduras por correcciones de este tipo.

Estas correcciones sólo deberían poner nerviosos a aquellos inversores que no miran más allá de dos sesiones y que desconocen que el dinero de verdad se hace cogiendo tendencia y dejando que los precios fluyan.

José María Rodríguez