Uno de los últimos reflejos de esta situación es que el interés exigido para el bono español a cinco años vuelve a registrar mínimos, al situarse en el entorno del 3,13%.
Parece claro que las palabras de Mario Draghi durante la última reunión del Banco Central Europeo han sido clave para enfriamiento de la rentabilidad exigida al bono español, que por primera vez desde el año 2007 ha logrado situar incluso por debajo del equivalente estadounidense.
Otra de las claras muestras de estabilidad en la deuda pública española es la prima de riesgo, que roza los niveles de 160 puntos.
Paralelamente, cabe destacar la caída en las rentabilidades de los bonos italiano (por debajo del 3,2%) y alemán (por debajo del 1,6%).