Cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto de 120 millones de euros, lo que suponía una caída del 79,1% en comparación con el resultado obtenido un año antes con una reducción de ingresos del 5%, hasta los 6.976 millones.  Unos resultados que, si se miran en perspectiva, vienen a ser un aliento “residual” de las pérdidas de 8.700 millones que ha tenido la compañía en los tres últimos años.

Algo no está bien cuando hablamos de la entidad alemana. Más cuando organismos como la FED lanzan advertencias sobre el riesgo que supone la entidad, afectada en demasía por los bajos tipos de interés. Una calificación que se tomó hace un año pero no se hizo pública, lo que sirvió para que la entidad endureciera su política de riesgos en su operativa. En este período, la entidad ha afrontado una profunda reestructuración en EEUU con ajustes de plantilla y despidos de directivos.  Además, la entidad ha tenido que mejorar sus controles de supervisión en préstamos. Y aun con todo, el mayor problema de la entidad es que sigue sin ser rentable.   Miguel Ángel Bernal, Profesor del FEF reconoce que “cuando un banco no es rentable, tiene el mismo efecto que la diabetes en el cuerpo humano: al final termina repercutiendo fuertemente en su solvencia y compromete su existencia”. El siguiente gráfico muestra la deuda actual de Deustche Bank (en dólares).

 

Deuda en dólares de Deutsche Bank

 

En un intento por intentar mantener el equilibrio, Deutsche Bank cerró el pasado mes de abril una ampliación de capital de 8.000 millones de euros – con la incorporación de 687,8 millones de acciones nuevas – con la intención de mantener su banco minorista, PostBank.  Además, la entidad también prevé costes de reestructuración e indemnizaciones por unos 2.000 millones, la mayor parte de ellos entre 2017 y 2019. La entidad ha decidido modificar su estructura y concentrarse en tres áreas: gestión de activos, banca de inversión y asesoramiento y financiación a grandes empresas.    Los expertos de Bankinter reconocen que su plan de negocio se centra principalmente en recorte de costes y reducción de riesgos. “Recientemente anunció un recorte de plantilla de 7.000 empleados (~7,2% del total) para alcanzar un ahorro estimado de 1.000 millones de euros en 2019 y obtener un RoTE del 10,0% en 2021 (vs 0,9% actual). Desde nuestro punto de vista, el RoTE objetivo nos parece bajo para el perfil de riesgo del banco y lejano en el tiempo mientras que las exigencias de la FED complican aún más la consecución de estos objetivos”.

Bernal también se muestra escéptico viendo los datos que han publicado las entidades en el primer trimestre con un estancamiento de su negocio principal – desintermediación de intereses – en la parte de comisiones cada vez hay más saturación  (con cada vez más clientes derivando su operación al canal tecnológico para evitar las comisiones) lo que presiona más las comisiones a la baja y tenemos una cartera de activos que tampoco han evolucionado demasiado bien.  Y a estos se une el papel del BCE “que ha rebajado los tipos de interés iniciando una compra de activos cuyos mayores tenedores son los bancos. Con lo que el BCE, que pensaba que tenía que hacer política monetaria, ha sido guardés de las entidades beneficiándoles clarísimamente”, explica Bernal. ¿Y qué ocurrirá si se mantiene la caída en precios de los bonos como el que hemos visto recientemente? Vale la pena recordar cómo de intrusiva puede ser una crisis de confianza en la deuda para las valoraciones bancarias.  Y para muestra, el riesgo de deflación que vivimos en 2016, poniendo en duda la capacidad de los bancos para pagar sus deudas. “Nadie quiere ser visto en una situación similar”.  El siguiente gráfico, de lo que sucedió en ese momento, muestra cuando el corto plazo de la deuda junior (CoCos) estaba a la orden del día. “El valor patrimonial de los bancos de inversión perdió un -35% en un mes, impulsado principalmente por Deutsche Bank (un -40% de pérdida). Los bancos en general perdieron un -25%. Los bancos de inversión apenas se recuperaron dos años después”

 

Deuda de los bancos europeos

El siguiente gráfico muestra la deuda que tiene Deutsche Bank actualmente en bonos contingentes convertibles (CoCos). 

 

Deuda de Deutsche Bank en Bonos contingentes

 

La situación es complicada y el mercado lo sabe. Para muestra: la cotización de Deutsche Bank está cotizando en sus mínimos históricos y pierde más de un 42% en lo que va de año. Más aun si tomamos una perspectiva histórica.

Evolución en bolsa Deutsche Bank

 

La pregunta ahora es si la entidad será capaz de remontar en bolsa con las medidas que ha puesto sobre la mesa para reflotar la situación. Si tiramos exclusivamente del potencial desde los precios actuales, la entidad podría subir en torno a un 20% si va a buscar los 11,51 euros que le fija el consenso de Reuters como objetivo. De los 29 analistas que cubren actualmente el valor, tan sólo cuatro recomiendan su compra frente a 11 que se muestran partidarios de “mantener” y 14 que recomiendan “venta” o “fuerte venta” del valor en bolsa. Desde el pasado mes de mazo se ha incrementado el número de analistas que se muestran partidarios de vender las acciones de la entidad alemana.

Si tiramos de indicadores técnicos de la entidad, a medio y largo plazo su estructura es bajista con un momento que no acompaña y un volumen decreciente que no permite ser optimista con el valor.  Una volatilidad decreciente es el único factor con el que se podría pensar en cierta reacción aunque no suficiente para lograr un rebote que eleve su actual puntuación en bolsa.

 

Indicadores técnicos Deutsche Bank

 

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