
Con una inflación media europea del 2,2% en 2025, mantener dinero parado implica perder poder adquisitivo. Por eso, la clave está en pasar del ahorro pasivo a la inversión activa, ya que invertir permite proteger y hacer crecer el capital, especialmente a largo plazo.
“El Día Mundial del Ahorro es una oportunidad para recordar que el ahorro no termina en una cuenta bancaria. Queremos ayudar a las personas a dar el siguiente paso: que sus ahorros empiecen a trabajar para ellas a través de la inversión. Este día subraya la importancia de pasar de acumular dinero a construir patrimonio, y transformar el ahorro en motor de crecimiento personal y económico”, explica Álvaro Quesada, director de crecimiento de la plataforma de inversión Lightyear.
Las claves del ahorro… digital
La digitalización ha hecho que invertir sea más accesible y transparente, y hoy cualquier persona puede crear una cartera global desde su teléfono. Además, el hecho de que la información esté al alcance de todos, democratiza las decisiones financieras. Para quienes siguen siendo reacios invertir como medio para ahorrar, los expertos de Lightyear han elaborado esta lista con las claves para poder hacerlo con seguridad y confianza:
- Esperar para empezar: Esperar el “momento perfecto” para invertir o dejarse llevar por las emociones del mercado es un error (Ej.: un conocido te asegura que las acciones de X crecerán porque se prevé su venta). En realidad, el mejor momento para empezar es ahora, con disciplina y visión a largo plazo.
- Definir el objetivo: Tener claro para qué se quiere ahorrar ayuda a establecer cuánto, cómo y durante cuánto tiempo hacerlo. A partir de ahí, el paso natural es elegir una estrategia de inversión que se alinee con ese objetivo y el nivel de riesgo que se está dispuesto a asumir.
- Tener en cuenta el horizonte temporal: No es lo mismo si queremos destinar el capital para una vivienda, para una compra inmediata o para una futura jubilación. El horizonte temporal marca la estrategia que, en condiciones normales debería ser de productos líquidos y de bajo riesgo para el corto plazo; fondos o ETFs equilibrados para el medio; y una mayor proporción en la renta variable para el largo plazo.
- Decisión: Los buenos propósitos están muy bien, pero mantenerlos no siempre es fácil. Ante esta falta de regularidad planificar con herramientas específicas ayudará a marcar el progreso y la previsión.
- Aportar periódicamente: En línea con la constancia, pero más enfocado a esa pequeña parte de los ingresos que ‘reservamos’ cada mes a la creación de ahorros futuros. Las aportaciones periódicas, incluso las pequeñas, pueden tener un gran impacto a largo plazo.
- Diversificación: La inversión suele ser más estable cuanto más diversificada. Una buena práctica puede ser realizarla a través de carteras indexadas, ETFs o fondos globales que permiten acceder a distintos sectores y geografías.
- Educación financiera: los españoles son de los europeos que menos confianza tienen en su conocimiento sobre mercados y pensiones, según el informe de Better Finance, lo que suele llevarles a decisiones más conservadoras. Sin embargo, los estudios demuestran una clara voluntad de aprender: tres de cada cuatro quieren mejorar sus habilidades financieras. Cuanta más formación se tenga en economía y empresa, mejores serán las decisiones que se tomen.
La plataforma de inversión Lightyear, que ofrece transparencia, accesibilidad y control, aboga por esta idea de transformar el ahorro en motor de crecimiento personal y económico, permitiendo a los usuarios invertir directamente en acciones y fondos globales sin comisiones ocultas, con herramientas que facilitan decisiones informadas, todo desde el móvil y en tiempo real.
“Las nuevas generaciones demandan inversión inteligente, accesible y transparente, por tanto, el ahorro del futuro será más digital, más automatizado y más conectado con los valores personales de cada inversor”, concluye Quesada.

