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CaixaBank Research ha actualizado sus proyecciones de crecimiento para la economía española, elevando las cifras tanto para este año como para el próximo. Según el informe publicado en octubre, la entidad prevé un crecimiento del 2,9% para 2025 y del 2,1% para 2026, superando las estimaciones anteriores del 2,4% y 2% respectivamente. Este ajuste al alza se fundamenta en la resistencia mostrada por la economía española frente a un entorno internacional desafiante, así como en la revisión positiva del perfil de crecimiento realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La resiliencia de la economía española se sustenta en la reducción de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), la disminución en el precio de la energía y un flujo de inmigración relativamente alto. Estos elementos, junto con la revisión al alza de las perspectivas de crecimiento por parte del INE, respaldan la proyección de un crecimiento sostenido en los próximos trimestres.

Sin embargo, se espera que factores como la normalización del crecimiento turístico, el menor impulso del consumo público y la moderación en los flujos de población puedan llevar a una desaceleración en el crecimiento económico entre este año y el próximo.

En cuanto a la inflación, CaixaBank Research estima que cerrará el año en un 2,5% y se situará en un 2% de media anual en 2026, coincidiendo con el objetivo marcado por el BCE. Esta previsión se basa en la desaparición del efecto de la normalización del IVA sobre la tarifa eléctrica implementada en enero de 2025, así como en la moderación de los precios de los alimentos.

El informe de Caixabank Research también aborda la evolución de la economía mundial, destacando la resistencia de la actividad económica y la mejora en las proyecciones de crecimiento. A pesar de estos aspectos positivos, se advierte sobre la reorganización de las políticas económicas y las estrategias geopolíticas que podrían generar tensiones y riesgos en las cadenas de suministro globales.

En el contexto de la eurozona, se destaca la heterogeneidad entre los países, resaltando el vigor del PIB español, las dificultades estructurales de la industria alemana y los desafíos económicos de Francia.

En relación al BCE, se menciona que la inflación en la eurozona ha alcanzado el 2% y se espera que se mantenga estable alrededor de ese nivel, lo que permitirá a la economía española seguir beneficiándose de las medidas de estímulo. Por otro lado, la Reserva Federal de Estados Unidos ha retomado las reducciones de tipos de interés debido a señales de enfriamiento en la creación de empleo y el impacto moderado de los aranceles.

En cuanto a los precios de la energía, se prevé que se mantengan contenidos, impulsando el crecimiento económico. Se espera un ligero descenso en el precio del petróleo para finales de año, con el Brent situándose en torno a los 65 dólares por barril en diciembre y manteniéndose estable en 2026. Asimismo, se proyecta que el precio del gas natural TTF europeo se mantenga alrededor de los 35 euros por MWh.