Destaca CaixaBank que la demanda recibida ha permitido fijar el cupón final 25 puntos básicos por debajo del nivel inicialmente ofrecido del 7,00%. De esta manera, la entidad es el primer emisor español en colocar su primera emisión con una fecha de amortización anticipada a siete años, por encima del estándar a cinoc años para este tipo de emisiones, "lo que demuestra la confianza de los inversores en la calidad crediticia y la solvencia" del banco, apunta.
Esta nueva emisión refuerza los ratios de solvencia de la entidad, hasta el 12,6% a nivel de Tier 1 y hasta el 16,1% a nivel de Capital Total, en términos “phase-in” e incrementa también los activos líquidos de alta calidad que, a 31 de marzo, alcanzaban los 47.206 millones de euros, con un Liquidity Coverage Ratio (LCR) del 158%, muy por encima del mínimo requerido del 80% para 2017.
Con esta operación, CaixaBank completa su cuarta colocación de deuda institucional en 2017 "y es el único emisor español en haberse financiado en todos los formatos en lo que va de año tras haber emitido cédulas hipotecarias a 10 años, deuda senior a 7 años y deuda subordinada Tier 2 con vencimiento a 10 años, lo que le permite alargar su perfil de vencimientos aprovechando el entorno de tipos de interés históricamente bajos".
Demanda internacional
La emisión, subraya el banco, "ha obtenido una excelente respuesta por parte de los 200 inversores institucionales que han mostrado su interés por el crédito de CaixaBank. Destaca la fuerte participación de inversores extranjeros".
Standard & Poor’s asignó el pasado lunes una calificación de 'BB-' a esta emisión. Barclays y Société Générale han sido los bancos estructuradores de la operación, acompañados en la colocación por JP Morgan, Morgan Stanley y también CaixaBank CIB.