En medio del rebote inicial, algunos de los inversores institucionales con mayor apuesta bajista contra los títulos de Telefónica se repliegan. Es el caso de BNP Paribas, que aparece en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con una posición corta del 0,74% del capital, después de reducirla la semana pasada desde el 0,83% anterior, nivel en el que permanecía desde julio. Esta presión bajista llegó a alcanzar el 1,01% a finales de junio, después del Brexit.
El 50% de los analistas del consenso de Bloomberg recomienda comprar para este valor
El otro 'especulador' con una posición corta superior al 0,5% es Boussard & Gavaudan Investment Management LLP, con un 0,99% del capital. En este caso, tras una leve disminución desde el 1% el 31 de agosto. Anteriormente, también la había elevado una vez conocido el resultado del referéndum del pasado 23 de junio sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.
El agregado de la presión bajista alcanza el 2,42% en Telefónica, nivel en torno en el que ha estado a lo largo del año, alcanzando su cota más alta el día 24 de junio con el 2,45%, cuando se supo que los británicos habían decidido romper con el proyecto común.
RECOMENDACIONES DE COMPRA
La opción mayoritaria del consenso de analistas de Bloomberg es la recomendación de compra. Así ocurre con el 50%, mientras que el 34,2% opta por 'mantener',y sólo el 15,8% se inclina por 'vender'. El precio objetivo que otorgan los expertos en promedio es de 10,84 euros a 12 meses, lo que implica un potencial de revalorización del 13,6% respecto a la cotización actual, que con las caídas de este lunes se sitúa en torno a los 9,55 euros.
OBJETIVO, REDUCIR DEUDA
El veto a la venta de O2 confirmó las dificultades de Telefónica para aliviar su nivel de deuda y cumplir con los objetivos marcados por la empresa
En este sentido, Telefónica tiene una fuerte exposición a Reino Unido a través de la filial O2, que no pudo vender en la primera mitad de año por el veto de Bruselas. La teleco había acordado la venta al grupo Hutchison por 12.500 millones de libras (cerca de 15.000 millones de euros con el cambio actual), pero la operación fue bloqueada para proteger la competencia en el sector, ya que Hutchison ya tiene una operadora en Reino Unido.
La decisión, que ya estaba anticipada, confirmaba las dificultades de Telefónica para aliviar su nivel de deuda y cumplir con los objetivos marcados por la empresa, entre ellos pagar un dividendo anual de 0,75 euros por acción. El pasado 28 de julio la teleco presentó sus resultados semestrales, con una caída del beneficio del 42% hasta los 1.241 millones de euros. La reacción del mercado fue negativa, pero principalmente por el nivel de endeudamiento: aumentó en 1.980 millones de euros en el segundo trimestre en comparación con marzo, hasta un montante de 52.568 millones de euros. Esto se produjo, según justificó la compañía, por el abono de 1.950 millones a los accionistas en concepto de dividendos. El ratio de endeudamiento (deuda sobre Ebitda) alcanzó el preocupante nivel de 3,2 veces.
Así, las opciones que contempla ahora Telefónica para hacer caja son sacar a bolsa Telxius y la propia O2. La firma presidida por José María Álvarez-Pallete confirmó la semana pasada en un hecho relevante publicado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que hará cotizar en el parqué una participación de entre el 25% y el 49% de su filial de infraestructuras de telecomunicaciones, algo que realizará durante el segundo semestre. Por su parte, en otro hecho relevante dijo que "está analizando distintas alternativas estratégicas respecto a O2", y entre ellas estaría sacarla a bolsa.
Ya desde hace semanas viene especulándose con la posibilidad de que Telefónica saque a bolsa participaciones importantes de Telxius y O2 para hacer caja. En un informe al respecto publicado en la primera quincena de agosto, los analistas de Bankinter calculaban que "con una combinación de desinversiones, más el ahorro que implica el pago del dividendo vía 'scrip dividend', la compañía puede conseguir fondos por unos 9.000 millones de euros".
ANÁLISIS TÉCNICO
Telefónica superó la semana pasada la resistencia de los 9,24 euros, máximos de la sesión del 23 de junio, en plena celebración del referéndum sobre el Brexit pero sin conocerse el desenlace. Un nivel que ha sido pulverizado, "lo que quiere decir que el 'cisne negro' del efecto Brexit ya forma parte del pasado, de la historia historia de los mercados financieros.
"Llegados a este momento y desde el punto de vista técnico todo parece indicar que el precio se dirige de forma directa a la zona de resistencia que presenta en los 9,91 euros (pese a la actual corrección) y por encima no descartamos que se dirija a la zona de resistencia que le confiere la antigua 'línea clavicular' de la formación bajista en 'cabeza y hombros', ahora en el entorno de los 10,10-10,15 euros", explica José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía.