La propuesta de Banco Santander está ligada a dos de los productos más destacados que ha lanzado el área comercial de la entidad. Estamos hablando de la cuenta 1|2|3 y de la cuenta Smart. Pero no sólo eso: Banco Santander ha empezado a extender su oferta de experiencias a clientes suyos que no tengan abierta ninguna de estas dos cuentas e, incluso, a quienes no son ni siquiera clientes.
Veamos un caso paradigmático: el Mad Cool, uno de los festivales musicales veraniegos con mayor aceptación en nuestro país y del que Santander SmartBank es uno de los patrocinadores. Sólo para este evento, Santander Experiences ofrece cosas para los interesados: tres sorteos (de dos abonos para las tres jornadas del macroconcierto; de seis entradas VIP y de 20 entradas normales y el ofrecimiento a cualquier artista o banda para presentarse a un concurso con una de sus canciones subidas a YouTube, de la que se seleccionarán algunas que sus autores podrán interpretar en uno de los recintos del Mad Cool, llamado El Escenario Smart!.
Para apuntarse a las tres primeras experiencias (y cruzar los dedos para que te toque) hay que responder a la pregunta de si se es cliente de 1|2|3 o Smart, cliente del banco pero no de estas cuentas o si no se tiene vinculación alguna con la entidad. Es decir, que la estrategia de experiencias de Banco Santander es, como decíamos, una herramienta para gratificar y fidelizar a sus clientes y, por qué no, para intentar captar nuevos.
Es el mismo enfoque de los Work Cafe, el nuevo concepto de sucursal bancaria puesto en marcha por el grupo presidido por Ana Botín, donde no hace falta ser cliente para tomarse un café, pasar el rato trabajando o leyendo o hacer coworking.
De hecho, los Work Cafe son una de las sedes principales de otra de las experiencias: las Santander Smart Talks, ciclo de conferencias y talleres formativos sobre emprendimiento, empresas, finanzas y tecnología. Basta con inscribirse y, por supuesto, la agenda tiene su propio site en internet.
Estas dos experiencias son suficientes para comprobar que uno de los colectivos a los que Santander quiere agasajar en mayor medida es a los jóvenes, sean o no titulares de cuentas Smart, también conocidas como las cuentas para los millenials. Pero, por si no fuera suficiente, baste añadir propuestas como la de hacer el Camino de Santiago en bicicleta eléctrica, o un fin de semana surfero en Cádiz, o el sorteo de entradas para conciertos (de La Habitación Roja, Zetazen, Carlos Jean, Curricé, Sweet California…).
Pero también hay experiencias para los más jóvenes, como la de conseguir plaza en el Campus LaLiga o en la Pau Gasol Academy. Esta última sirve para explicar el papel que, también en este terreno, tienen los llamados embajadores deportivos de Banco Santander, entre los que se encuentra el jugador de baloncesto, la nadadora Mireia Belmonte, el campeón ciclista Mikel Indurain, el triatleta Javier Gómez Noya y los atletas Abel Antón.
Por cierto, todos los que hayan apoyado a Belmonte en redes sociales (con los hashtags correspondientes) para que sea la abanderada española en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio (Japón) tienen, de partida, la misma probabilidad de ganar un viaje a la capital japonesa para dos personas. Y eso sería, sin duda, una gran experiencia.
