MADRID, 11 ABR. (Bolsamania.com/BMS) .- Pese a las caídas de hoy y el “susto” de ayer, que han llevado al Ibex 35 a caer esta semana un 4,42%, existe la posibilidad de que la semana que viene, por lo menos al comienzo y siempre que Wall Street no caiga con fuerza esta noche, sea alcista. Afirmación del analista técnico de Bolsamanía, José María Rodríguez, que explica por qué, previa matización: “Ni mucho menos decimos que se haya acabado la corrección, no lo sabemos, pero en teoría, podríamos esperar un rebote de corto plazo, porque los mínimos de hoy en el selectivo español (10.091 puntos) coinciden con el ajuste del 61,8% de retroceso de Fibonacci, desde los mínimos de marzo. Si a esto le unimos que los futuros europeos, Dax y Euro Stoxx, estarían dibujando ahora pequeñas formaciones en martillo, que son figuras que en general representan la antesala de un rebote de corto plazo, podemos pensar en recuperar posiciones”.

Siempre con el matiz de que, la bolsa neoyorquina no debe caer con fuerza para no dar al traste con esta teoría, Rodríguez llama la atención sobre la fortaleza de Banco Santander que, pese a las caídas de hoy, “ha aguantado el tipo y ha frenado sus descensos en niveles ligeramente superiores al primero de sus soportes: los 6,85 euros”. El Ibex partirá el lunes desde los 10.205,4 puntos.

El resto de mercados europeos, como el español, también han sufrido en esta última sesión de la semana. Una jornada que Daniel Pingarrón, estratega de IG Markets, considera un resumen de la semana. “El escenario está determinado por dos factores principales: la incertidumbre que genera el conflicto entre Rusia y Ucrania, que se ha reabierto a juicio de los mercados; y los desplomes de los valores tecnológicos y biotecnológicos cotizados en el Nasdaq, con el temor de que las cotizaciones hayan ido demasiado lejos y estemos ante una nueva burbuja que ha explotado”.

El pesimismo ha impedido, indica Pingarrón, que noticias positivas como el éxito de la subasta de deuda de Grecia o la subida de la perspectiva del rating de Portugal hayan evitado situaciones como que el Nikkei de Japón haya vivido su peor semana desde la crisis de Fukushima. Comentaba el excéntrico e influyente analista de Wall Street, Jim Jubak, que “a veces, las buenas noticias no son suficientes”. Dos son los motivos que explican este tipo de escenario. El primero, la fortaleza de la economía hace más probable que la Reserva Federal (Fed) no frene el actual ritmo de retirada de estímulos, el tapering, lo que acerca a su vez una subida de los tipos de interés. Recordemos que la presidente Yellen comentó que seis meses después fin del tapering, podría producirse un aumento del precio del dinero. Al ritmo actual, sucedería en primavera del año que viene.

El segundo, es que los inversores están “profundamente preocupados por la ausencia de crecimiento en los beneficios empresariales”, opina Jubak, y, de momento, parece que este temor no es infundado: el primer gran gigante financiero de Estados Unidos que se ha confesado ante el mercado en esta temporada de resultados del primer trimestre, JP Morgan, ha decepcionado.

Ambos motivos se imponen a datos macro mejores de lo esperado como las peticiones de desempleo de esta semana, que “no son los suficientes para mejorar las actuales previsiones de un 'modesto' incremento del PIB de Estados Unidos del 2,8% este año”, concluye Jubak.

Pingarrón espera que la semana que viene, sean el comportamiento del Nasdaq y la evolución de las amenazas rusas de cortar el suministro de gas a Ucrania, y por extensión, a Europa, las claves. “Al igual que ocurrió hasta mediados de marzo, las bolsas están mostrando un nerviosismo que, en caso de que no se materialice el peor desenlace, sería revertido en forma de claras subidas. De nuevo, una consolidación de los niveles actuales parece poco probable”.

María Gómez