MADRID, 08 MAY. (Bolsamania.com/BMS) .- Del “whatever it takes” al “comfortable with acting next time”. Mario Draghi ha vuelto a prometer que actuará y las bolsas vuelven a creerle. El presidente del Banco Central Europeo (BCE) ha asegurado hoy jueves en la rueda de prensa posterior a la reunión mensual de la autoridad monetaria del Viejo Continente que su equipo está “cómodo” con actuar en la próxima reunión, en junio, “pero antes queremos ver las proyecciones económicas”. Es decir, que cuando dispongan de las previsiones de crecimiento e inflación, tomarán una decisión. Una decisión que el famoso por sus malos augurios profesor de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, traduce en medidas el mes que viene, tal y como ha declarado en la cadena de televisión Fox Business. La cuestión es qué va hacer.

Aunque durante meses Draghi ha cercado la postura del BCE con un férreo muro verbalizado en sentencias como que “el tipo de cambio no es objetivo de la entidad” o que “no hay riesgo de deflación”, hoy el banquero italiano ha dado una alegría a economías castigadas por una moneda revalorizada hasta la asfixia para las exportaciones y unos precios que amenazan con decrecer: “Esto (el tipo de cambio) es muy importante para la estabilidad de precios y el crecimiento (…) La fortaleza del tipo de cambio, en un contexto de baja inflación, nos causa serias preocupaciones”

Estos comentarios de Draghi son, para George Dowd, responsable de divisas en Newedge, “agresivamente acomodaticios”, o lo que es lo mismo, “agresivamente” pro estímulos. En declaraciones a Market Watch, este experto, como Roubini, reconoce la certidumbre: el BCE actuará en junio; pero también la incertidumbre: cómo lo hará. Además, recuerda que, si de aquí a junio, el euro se relaja, “el BCE sentirá mucha menos presión para hacer algo dramático, como situar en negativo la tasa sobre depósitos”. Holger Sandte, analista jefe para Europa de Nordea, ve rebajas de tipos pero no un programa de compra de activos al estilo de la QE de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.

Tampoco lo ven en Morgan Stanley, ¿por qué? “Solo consideraríamos una QE europea en el escenario más bajista, donde asumimos una caída un 3% superior a la de nuestro escenario base en los mercados, provocada por una recesión de los mercados emergentes mucho más dramática de lo esperado. Este escenario implicaría también una material restricción de las condiciones financieras debido a tensiones políticas (…) La economía de la Zona Euro se estancaría el año que viene, con la actividad económicas contraída durante uno o dos trimestres”.

¿Y qué podría provocar que Morgan Stanley cambie de opinión y espere una QE? Unas previsiones de inflación más bajas a las suyas, que ya implican una subida de precios media en 2014 del 0,8%, así como una situación en las bolsas negativa. “Esto podría causar que la inflación actual y sus expectativas caigan más y coloquen a muchas regiones de la Zona Euro, sino al área en general, en recesión. “Solo en el caso de una espiral de deflación sostenida habría un riesgo serio, lo que embarcaría al BCE en una compra de activos a gran escala, incluyendo deuda soberana”.

Para Daniel Pingarrón, estratega de IG Markets, otro tipo de medidas más probables a una QE, son “una bajada adicional de los tipos de interés, situar en negativo la tasa de depósitos, o favorecer la financiación de pymes facilitando la financiación de los bancos (...) tendrían sin duda una respuesta mucho menor de los mercados y un efecto mucho más reducido en la economía real”. Para este experto, el resumen de lo que ha dicho hoy Draghi es “lo que cabría esperar: evitar actuar y no eliminar las esperanzas del mercado de cara a futuro, algo que no cuesta nada conseguir. Si las tensiones entre Rusia y Ucrania continúan descendiendo (siguiendo la tendencia abierta con las declaraciones de Putin de ayer sobre su intención de negociar), y el Nasdaq consigue recuperarse de sus caídas, el mes de mayo podría resultar muy positivo para las bolsas”.

Con el cuándo sobre la mesa, pero el cómo en el aire, las bolsas europeas han cerrado con subidas del 1,2% de media. El Ibex 35, en concreto, se ha anotado un 1,70%, mañana arrancará desde los 10.591,2 puntos, y el analista técnico de Bolsamanía, José María Rodríguez, exclama ¡a por los máximos anuales! Su optimismo se basa en que el selectivo española ha sido capaz de confirmar, tras varios intentos, y en precios de cierre, por encima de la zona de resistencia de los 10.540-10.550 puntos. “En teoría, se podría decir que ya no tenemos ninguna resistencia por delante hasta los máximos anuales, los que se alcanzaron en la sesión del 4 de abril en los 10.705,10 puntos. Es más, la superación de los máximos anuales en nuestro índice dejaría el camino despejado hasta la resistencia que presenta en el rango de precios comprendido entre los 11.000-11.165 puntos (máximos de febrero de 2011)”.

María Gómez