MADRID, 19 FEB. (Bolsamania.com/BMS) .- “Mucho se ha escrito sobre la analogía entre los patrones actuales del mercado y su parecido con los vistos en 1929, especialmente desde que Mark Hulbert lo destacara en una columna. La mayor parte del comentario es demasiado alarmista”, pero también hay perspectivas más equilibradas, como la de Cullen Roche, de Pragmatic Capitalism, explica el analista independiente y colaborador de Seekingalpha, Cam Hui. La clave de su argumentación es la idea de Tom McClellan que no espera un crash al estilo del visto en 1929, aunque sí descensos “silenciosos” pero de calado. Sin embargo, muchos interpretaron que las palabras de este experto apuntaban a un desplome del 40%, o más, en las bolsas.

Sin embargo, continúa Roche, “McClellan nunca intentó decir eso: simplemente estaba señalando que el patrón del mercado era similar. En otra palabras”, y atendiendo al gráfico que compara la evolución del Dow Jones entonces y ahora, “el potencial bajista está en el nivel de los 14.000 puntos; por tanto, el riesgo de caídas es del 12,5%, no del 40%”. Así las cosas, Hui quiere “dejar clara su posición” respecto a esta “teoría”: opina que “hay poca base para esperar un desplome brutal, y doy poca importancia a las analogías del mercado. Sin embargo, hay algo en esta 'historia' que sí suena bien y estoy abierto a que la pauta de 1929 se repita y los descensos sean de entre el 10% y el 15%”.

En este sentido, recurre a las palabras de McClellan para justificar su uso de los patrones de mercado como parte de su “caja de herramientas” de analista técnico: “¿Por qué las analogías de pautas suelen funcionar? Mi respuesta es que el ser humano tiende a caer en patrones similares y repetitivos de respuestas emocionales, y eso se ve reflejado en tendencias reiterativas de precios. Así, aunque dos pautas triangulares puedan parecer distintas en algunos aspectos, o dos formaciones en cabeza y hombros también lo sean, la psicología detrás de dichas formaciones es prácticamente la misma, y tiende a dar los mismos resultados”. Un ejemplo que ilustra la idea de las analogías es el mini-crash de 1994, del que muy pocos traders suelen hablar y que llevó a la renta variable a perder un 9,9%. Este “desplome” tiene el mismo patrón que la gran caída de 1987, cuyos daños y volatilidad, no obstante, fueron mucho mayores.

Con estas ideas en mente, Hui añade “los dos catalizadores” clave para una mini repetición de los sucedido en 1929: un “susto” en el crecimiento de Estados Unidos (a finales de 2013 y principios de 2014, parecía que la economía norteamericana experimentaba una aceleración, pero los recientes datos macro que se han conocido han 'echado un jarro de agua fría' sobre los inversores que apostaban por dicha creencia) y el riesgo financiero creciente de China (muestra de ello son las recientes tensiones en el mercado interbancario y el comportamiento de las entidades cotizadas en Hong Kong). “Monitorizando ambos 'disparadores' fundamentales podremos determinar si el patrón continúa o por el contrario se rompe”, afirma este analista.

Dicho esto, ¿cómo “jugamos”? Hui concluye: “No creo que estemos al borde de un colapso en el mercado al estilo del acaecido en 1929. Sin embargo, los patrones en la renta variable se pueden repetir, y quizá asistamos a una corrección de entre el 10% y el 15% en el corto plazo (…) de momento las bolsas se mantienen al 'borde del precipicio' que suponen los dos catalizadores de un mini-crash (…) Si bien, según están las cosas ahora mismo, los bajistas no deben 'lanzar las campanas al vuelo' ante la perspectiva de un retroceso importante (…) de momento debemos otorgar a los alcistas el 'beneficio de la duda'”.

Los mercados del Viejo Continente apuestan hoy miércoles, jornada que marca el ecuador de la semana, por las ganancias: 0,05% de media al cierre. En concreto, el Ibex 35 se ha anotado un 0,11%, hasta los 10.053,80 puntos en una sesión errática y marcada por la volatilidad. El selectivo español ha respetado el soporte de los 9.950 puntos, tras marcar un mínimo intradía en los 9.946 puntos. Destaca el hecho de que el bono a 10 años español haya caído por debajo del 3,5%, por primera vez en ocho años (febrero de 2006), justo antes de que el Tesoro subaste mañana jueves hasta 5.000 millones de euros en deuda a largo plazo y tras el anuncio de Madrid de emitir deuda este año. “La tendencia general será de recogida de beneficios tras varios días de ajuste en los spreads”, explican desde DZ Bank. Mientras que Enrique Ossorio Crespo, entrevistado por Bloomberg, destaca: “El precio y el volumen de las recientes operaciones muestran que el mercado confía no sólo en la capital sino también en otras regiones solventes”.

Sara Carbonell